Siempre vale la pena analizar a profundidad todos los temas relacionados con la agenda pública y legislativa. A pesar de la autonomía que cada poder de la nación representa hay una coordinación y un respeto absoluto que ha sido, hasta este momento, la señal más clara en el reconocimiento a la toma de decisiones.
Está premisa se da luego de que, hace un par de días, el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, tuvo una conversación y demostró empatía y prudencia al mencionar la decisión que tomó el ejecutivo en relación a la propuesta de reemplazo para ocupar el puesto de gobernador del Banco de México.
Además de explicar los mecanismos que están en manos del ejecutivo y legislativo como materia de análisis y trabajo, dijo que las decisiones que se toman en torno a la política pública son, por mucho, ampliamente respetadas por la razón que fuese tomada.
Eso la ha resaltado una y otra vez el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado quien, con plena organización, creó un vínculo que ha tomado auge luego de promover y, lo más trascendental, aprobar iniciativas y proyectos propuestos por el ejecutivo con gran capacidad de ofrecer una respuesta provechosa de parte del grupo parlamentario de Morena que se ha convertido, hasta este momento, en la principal columna vertebral de la llamada Cuarta Transformación de la vida pública del país.
Con ese poder que ha ejercido la fracción de Morena y sus aliados, sumado al buen oficio que se ha declarado fundamental en la coordinación con la oposición, el programa se ha traducido en grandes reformas que el país necesitaba.
Si bien la agenda tiene algunos matices pendientes como el rubro de Reforma Eléctrica, la dinámica de trabajo conjunto es, inicialmente, el poder de identidad y, por tanto, un mecanismo que se ha legitimado gracias a los términos de responsabilidad y respeto que se ven materializados.
Así, en legislativo están a la espera de una nueva propuesta para que, antes de que finalice el año, el senado pueda trabajar en materia legislativa ante las circunstancias.
Mientras tanto, la posición del Senado en su máximo exponente, Ricardo Monreal, se concentra en asumir cuáles son los instrumentos que rodean a la cámara alta a fin de hacer hincapié en el respeto a las decisiones del ejecutivo, es decir, se trata de una consideración valiosa a los poderes de la nación y al ejercicio público en cada una de su competencia.
Casi nunca se habla de esa coordinación que va más allá de la respetuosa toma de decisiones con autonomía pero que, desde cualquier ángulo, permiten tomar los asuntos con mayor responsabilidad tal y como lo mencionó el líder de los senadores de Morena, Ricardo Monreal.
Justamente esa comunicación es constante entre los distintos poderes. De hecho, la eficiente interlocución de Adán Augusto y Ricardo Monreal han hecho posible un buen ambiente de trabajo, sobre todo de organización desde el mapa de la Cuarta Transformación.