POR ALONDRA ESPINOZA
Las imágenes del meticuloso fotógrafo mexicano Manuel Ramos, en la que retrató la arquitectura de la Ciudad de México entre 1914 y 1934, así como ceremonias religiosas durante la Guerra Cristera, fueron expuestas por primer vez, ayer, en la Cineteca Nacional, en el marco de las sesiones de Experiencias de Archivo.
En la exhibición que tuvo como nombre Lunes de ramos: imágenes prohibidas, se presentaron 199 rollos de 9.5 mm, mismos que fueron filmados por Ramos con una cámara Pathé Baby, y un rollo de 16 mm —la mayoría de ellos, negativos fílmicos— fotografías que nunca antes se habían visto.
▶ Precisamente, en estas postales el potosino logró capturar con su lente uno de los eventos más importantes en la historia de México en los años veinte: la Guerra Cristera.
En éstas se observan diversas manifestaciones del culto católico, tanto en espacios públicos, como una quema de Judas, además de ritos privados, durante una etapa en la que las prácticas religiosas estaban restringidas públicamente.
El conflicto armado tenía como antecedente cuando la Constitución de Querétaro fue promulgada en 1917, en la que se establecieron varias medidas anticlericales, retomadas por los liberales del siglo XIX. Posteriormente los artículos 3, 27 y el 130, fueron modificados por el entonces presidente Plutarco Elías Calles en la “Ley Calles”, el 2 de julio de 1926, para controlar totalmente a la Iglesia y se restringir la actuación de los católicos en la vida pública.
Se redujo el número de sacerdotes, se prohibieron las manifestaciones públicas de fe, sólo se podía celebrar misa una vez a la semana, se obligó al clero vestir de civil, se expropiaron las propiedades de la Iglesia, cerraron templos, entre otras.
Ante esta decisión los católicos se levantaron en armas al grito de “¡Viva Cristo Rey, Viva Cristo Rey!” para defender su fe; alrededor de 250 mil personas perdieron la vida en esa guerra en ambos bandos.
Durante la lucha, los primeros movimientos armados acontecieron mayormente en estados como San Luis Potosí, Nayarit, Zacatecas, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Colima y Jalisco.
Con la salida de Plutarco Elías Calles del gobierno, Emilio Portes Gil llegó a la presidencia, permitió que el Catolicismo cumpliera con sus actividades espirituales de forma legal pero sin entrometerse en los asuntos políticos de la nación mexicana, y para el 27 de junio de 1929, la Guerra Cristera llegó a su fin.
Después de más de 90 años, las imágenes de Manuel Ramos volvieron a cobrar un nuevo valor, tanto por el peligro que conllevó el registro mismo, como por su preservación como archivo documental, un trabajo que fue posible gracias a la alianza entre el Archivo Fotográfico Manuel Ramos y la Cineteca Nacional.