Roger Federer: Realeza, legado y 20 Grand Slams

El tiempo no perdona y todos sabíamos que este día llegaría: ver el retiro del mejor tenista de todos los tiempos después de 103 títulos y 1500 juegos. Su grandeza llegó a tal grado, que estuvo 310 semanas en lo más alto del ranking del tenis profesional.

Es el máximo ganador del legendario césped de Wimbledon con ocho títulos; seis del Abierto de Australia; cinco del Abierto de Estados Unidos y un trofeo de Roland Garros: estos son sus 20 Grand Slams. Además, es medallista olímpico: Plata en individual y oro en dobles en Londres 2012.

Nos preguntamos: ¿Qué será ahora del “deporte blanco” sin Roger Federer? Inmediatamente pensamos en Rafael Nadal, el español, su máximo rival en las canchas y actualmente máximo ganador de Grand Slams (22), pero el reloj no deja de avanzar y así pasará con él, y con el serbio Novak Djokovic (21), quienes revolucionaron este deporte e integrantes del legendario “Big Three”.

Nadie es eterno, sobre todo al escribir de la vida deportiva de un tenista, pero Federer parecía no envejecer, detenía el tiempo, sus exhibiciones eran tan grandiosas que aparentaba ser de otro planeta; su golpeo dejó atónitos a los mejores comentaristas, pues la trayectoria de la pelota cambiaba drásticamente tras el contacto con su raqueta. ¿Magia? No, simplemente mayestático.

Hoy, en la Laver Cup, en mancuerna con “Rafa” Nadal, dice adiós a lo que ha sido su vida y seguramente lo seguirá siendo. “Su Majestad”, como es conocido, camina con una cabeza amueblada, unas rodillas sentidas y unas manos que soltarán la raqueta, para entrar de lleno en el mundo empresarial, donde su imperio y relación con grandes marcas seguirá rindiendo frutos.

Esta edificación económica surgió del rectángulo, y supo administrar sus ganancias incluso en sus mejores momentos como tenista profesional. El suizo acumula 130,594,339 dólares, según el minucioso reporte de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP). En la temporada de su retiro (2022), sin competir, no registró ganancias, pero su campaña más productiva fue la de 2007, año en que conquistó ocho trofeos y más de ocho millones de dólares.

Elegante y sencillo; portador de carisma, a pesar de su imagen reservada, patrocinado por Rolex y más marcas de alta gama; rockero: fan de AC/DC, pianista en la intimidad de su hogar y altruista, pues tiene una fundación que ayuda a los niños necesitados y los introduce al deporte, facetas que casi no se saben de la vida del suizo, pero que le añaden valor a su persona.

En nuestro país fuimos testigos de su grandeza cuando lo vimos derrochar talento el 23 de noviembre de 2019, en la Monumental Plaza de Toros México, donde se batió ante el alemán, Alexander Zverev; fueron alrededor de 41 mil asistentes los que se dieron cita para ser testigos del partido de exhibición, rompiendo el récord mundial para un juego de tenis, pero eso solo queda en el recuerdo.

Lo único que nos queda es aceptar que ya no veremos a Roger Federer en el rectángulo, adaptarnos a los cambios y agradecer por ser testigos del mejor tenis de todos los tiempos. No sabemos si la nueva generación llegue a ser tan exitosa como esta que se va, pero de que hay talento en camino, eso ni dudarlo. Disfrutemos y sonrían cuando la nostalgia los invada, pues Roger Federer, es y será siempre un sinónimo dorado del “deporte blanco”.