Columnas
La escuela de Altas matemáticas del PAN tiene brillantes egresados, luego de la aportación a la ciencia del 130 por ciento de la candidata, cualquier cosa puede suceder con los números en ese partido.
Jorge Romero carece de legitimidad como líder del PAN o de cualquier grupo, al no haber votado el 75 por ciento de los 300 mil anunciados insistentemente, según versión de Adriana Dávila, que resulta incluso, muy optimista, porque votaron muchos acarreados en Puebla y la CDMX. En realidad, según padrón del INE de agosto de 2023, son 277,665.
De ese tiempo a la fecha han salido muchos más de los que se han incorporado, de hecho, podríamos afirmar que desde hace más d un año no tiene nuevos militantes Acción Nacional, pero sí muchas deserciones. El padrón de electoral en México creció considerablemente en un año, y esto deja sin registro al PAN.
Para el INE el PAN sólo rebasa con 31,395 militantes el mínimo para conservar su registro a nivel nacional.
Adriana Dávila, contrincante de Jorge, captó poco más del 20 por ciento de los votos emitidos, es decir, 13,883, y el gran ganador, el líder del cártel inmobiliario, obtuvo 55,534 votos, en todo el país, menos de la quinta parte que debiera legitimar su liderazgo, sobre todo, habiendo sólo dos concursantes.
Casi 210 mil panistas le dieron la espalda a las elecciones de su partido, considerando que el padrón del INE, de hace un año, siga intacto. Con estos panistas no puede reactivarse un partido político que, en los números de las votaciones del 2 de junio le fue peor. Con quien puede contar Romero para revivir al moribundo, es tarea de las bases, es decir los panistas que no existen.
Puede haber buenas intenciones, pero de ahí no pasa. La ruptura se avecina y no vendrá de parte de Adriana Dávila, quien dijo que impulsará al partido y no se saldrá, lo que hace pensar que su competencia fue simulación, sino de otros líderes como Damián Zepeda, quien ha preparado seguidores, muchos de los cuales ni siquiera se acercaron a las urnas el pasado domingo 10 y puede llevarse, por lo menos 50 mil militantes, con lo cual el PAN se queda sin registro.
La única alternativa que tiene Jorge Romero para comprobar que está vivo su partido, es ser cada día más rabioso, agresivo, violento contra Morena, la 4T y, sobre todo, la Presidenta. Descalificará y mentirá hasta límites temerarios pero es la única manera de que volteen a verlo. Sabe que tiene a los medios tradicionales de su parte y que comparte con ellos el resentimiento al actual gobierno, de tal manera que el eco lo tendrá en aquellos espacios que cada día pierden más público precisamente por parciales y deshonestos.