¡SÍ, LAS, LOS CONOZCO, POR ESO LOS HONRO!

A todas y todos los Maestros que enseñando,

tocan corazones, abren mentes y construyen futuro

Los conozco, he caminado a su lado y he apredido mucho de ellos y ellas.

Los he admirado, en cada clase que como estudiante he podido tener con ellas y ellos, y con las que amé su profesión porque en ellos veía un conocimiento infinito que yo quería poseer

Los he visto, como aún en condiciones que desafían la fortaleza del espirítu del ser humano, se mantienen de pie y con una sonrisa siguen enseñando.

Los he escuchado, como aún con los problemas que vienen arrastrando, con las mejores palabras, transmiten el amor y la pasión hacia el conocimiento.

Los he observado llorar, cansados, desgastados, pero trabajado, planeando sus clases.

Los he mirado, como disfrutan las sonrisas y los éxitos de sus alumnos y alumnas

Los he contemplado, como se mantienen y les hacen sentir a sus estudiates, que están cerca de ellos, que cuentan con ellos.

Los he percibido desvelados, cansados, porque nunca se dejan de preparar, porque cada día es un reto a ser superado con conocimientos nuevos, dinámicos que hagan sentir a esas niñas, niños, adolescentes y jóvenes que llegan a sus aulas que levantarse e ir a la escuela, valió la pena.

Los he vigilado, para descubrir de dónde sacan tanta fuerza, amor, pasión para entregar en sus salones de clase.

¡SÍ, LAS, LOS CONOZCO, POR ESO LOS HONRO!

Y como yo, sé que muchos mexicanos, mexicanas este 15 de mayo, harán lo mismo, porque la gran mayoría tienen en sus más bellos recuerdos a un profesoro profesora que, más allá de conocimientos, les brindó apoyo emocional y les enseñó que podían soñar en grande. Les ayudó a descubrir su talento, dándoles confianza y esperanza.

Ellos ven en cada niño, niña, adolescente y joven una oportunidad de hacer una diferencia, de sembrar valores y de abrir caminos hacia un futuro mejor. En esa entrega desinteresada está la magia de su profesión.

Así, con esas pequeñas acciones, con esas palabras de aliento, ese compromiso genuino, dejan una huella imborrable en el corazón de sus alumnos y alumnas.

Por ello, no debemos olvidar los retos que a diario enfrentan. La adaptación a nuevas tecnologías, la atención a la diversidad en el aula, las condiciones sociales, económicas y familiares que afectan a sus alumnos, la violencia que ha llegado hasta las escuelas en todas sus manifestaciones, son solo algunos de los obstáculos que deben superar, y que gracias a su resiliencia, su compromiso, vocación y pasión, permanecen intactos.

¡SÍ, LAS, LOS CONOZCO, POR ESO LOS HONRO!

Y no quiero dejar pasar la oportunidad para decirles a las y los maestros de México, gracias. Gracias por los años en los que como estudiante, estuvieron presentes en mi vida, gracias, por la oportunidad de seguir creciendo y aprendiendo con ustedes. Gracias por el abrazo, la sonrisa, las palabras, la compañía que aún me regalan.

Por eso y por lo que sé que logran, cada vez que veo a un maestro o a una maestra, con orgullo digo: ¡SÍ, LAS, LOS CONOZCO, POR ESO LOS HONRO!

ROSALIA ZEFERINO SALGADO

Asesora en Comunicació Estratégica

e Imagen Pública