Sedesa otorga atención médica especializada a adultos mayores en Coyoacán e Iztacalco

El objetivo es que los adultos mayores tengan al alcance los servicios necesarios en el cuidado de alguna enfermedad que padezcan y prevenir otras que pueden mermar su salud. Durante 2022 se otorgaron 73 mil 90 atenciones en sus dos Clínicas Geriátricas: la Jurisdicción Sanitaria Coyoacán ofreció 28 mil 408 servicios y la Jurisdicción Sanitaria Iztacalco brindó 44 mil 682.

En ambas Clínicas se brindan servicios de acuerdo a un plan centrado en el paciente con base en el modelo de Atención Integrada para las Personas Mayores (ICOPE) desarrollado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde se valoran los diferentes dominios como: vitalidad, capacidad psicológica, visual, auditiva, locomotriz y cognitiva para realizar intervenciones precisas en cualquier etapa de la historia natural de alguna enfermedad. Además, se mantiene la cooperación con diferentes organismos como el Instituto Nacional de Geriatría (INGER).

En el caso de la Clínica Geriátrica Coyoacán (Calle Candelaria Pérez esquina Elvira Vargas S/N, col. Canal Nacional CTM 8 Culhuacán), se brinda activación física, densitometría, enfermería, fisioterapia, gerontología, medicina general, medicina integral, medicina en rehabilitación, nutrición, odontología, optometría, psicología, trabajo social, así como talleres de lunes a domingo en horario de 08:00 a 15:00 horas.

La Clínica de Geriatría Iztacalco, (Calle Oriente esq. Sur 16, No. 245, col. Agrícola Oriental), cuenta con atención de activación física, audiología, enfermería, fisioterapia, geriatría, medicina integral, medicina en rehabilitación, nutrición, odontología, psicología, trabajo social y talleres de lunes a domingo en un horario de 07:00 a 20:00 horas.

Ambas unidades buscan la participación de la comunidad, la familia y amigos que son el principal apoyo para la salud del adulto mayor, a fin de sensibilizar al propio paciente sobre su cuidado y a su red de apoyo, ya son la vía principal para el manejo y seguimiento oportuno de los síndromes geriátricos. Con ello, se busca prevenir que los padecimientos se vuelvan crónicos, se controle la tasa de fallecimientos y que, por el contrario, el adulto mayor mantenga sus propias capacidades.