En cuestión de días, quizá horas, el Senado de la República debe designar a dos personas comisionadas del Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales. Es sabido que deberá seleccionar una mujer y un hombre.
De las aspirantes mujeres destaca por encima de sus competidoras, una mujer servidora pública del propio instituto con amplia experiencia y trayectoria, cuyo perfil y pericia podrían enriquecer los debates y trabajo del pleno y del instituto en general.
Hablo de la Doctora en Derecho Ileana Hidalgo Rioja, actual Secretaria de Acceso a la Información de la institución, que ya ha participado en estos procesos de designación con notable desempeño y que hace unos años, al ser titular del área de transparencia del Senado, desplegó trabajos y avances innovadores y relevantes.
Además, su grado académico y su experiencia docente la dotan de una sólida formación en razonamiento jurídico, metodología para la investigación y creación de conocimiento jurídico, entre otras.
Desde 2015, imparte las asignaturas de transparencia y acceso a la información y protección de datos personales en el Centro de Investigación Jurídica y, desde 2014 es profesora de asignatura en el Posgrado de la Facultad de Derecho de la UNAM. Su experiencia docente, naturalmente, la mantiene actualizada e involucrada en la formación de nuevas generaciones de abogados y abogadas a quienes trasmite su pasión (lo he visto) por consolidar un México paritario, con la máxima protección de Derechos Humanos, especialmente, a grupos en situación de vulnerabilidad o de discriminación
Tiene obra publicada en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y en Porrúa, además de ser columnista en diversos medios impresos y electrónicos los últimos 6 años.
Resalta una importante experiencia de más de 15 años en el servicio público ocupando diversos cargos de mando, otorgándole una larga práctica y amplio conocimiento sobre las vicisitudes y responsabilidades de trabajar para el Estado mexicano.
Asimismo, fungió como subdirectora de enlace con ONGs en la CNDH, lo que le permitió entender la enorme necesidad de que las instituciones públicas sean cercanas y accesibles a la población en general, rompiendo con la barrera que, generalmente, separa al gobierno de la sociedad. Es decir, tiene experiencia también en la construcción de puentes entre las acciones de gobierno y la exigencia social.
Es importante destacar la labor que ha desarrollado a través de los años como una voz de la sociedad civil, asumiendo un rol de liderazgo en asociaciones que buscan maximizar el margen de protección de los Derechos Humanos para diversos colectivos.
El Senado tiene la palabra. Si se trata de reforzar al INAI, la decisión debería ser muy sencilla.