Después de que usuarios tuvieran dudas sobre el tramo elevado de la línea 9 del metro, la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) del gobierno de la Ciudad de México ha señalado que “está en condiciones para su operación y no representa ningún peligro para los usuarios”
El tramo es de la estación terminal Pantitlán a Puebla, donde fueron colocadas estructuras metálicas para reforzar el soporte de las trabes que muestran separación e inclinación.
Este dictamen se dio como conclusión del dictamen de inspección estructural ocular hecho por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones (ISC), en la zona afectada por el hundimiento regional en la zona.
También explicó que la estructura del viaducto elevado tiene la capacidad de resistencia para seguir operando. Y añadió que “las trabes reforzadas Tipo ‘T’ se encuentran sanas y con el apoyo suficiente”.
Enfatizó que se realizaron estudios de mecánica de suelos para detectar el origen del problema y se encontró la existencia de “mantos colgados” que afectan el comportamiento de la estructura, así como trabajo preventivo, donde se hicieron ajustes en los diafragmas ubicados en los apoyos para aumentar la seguridad de la unión trabe-apoyo.
En junio de 2022 se colocaron dispositivos de detección de desplazamientos para anticipar un escenario de riesgo, además se realizaron excavaciones o calas en el material rodante de la línea para precisar la carga muerta y desarrollar el proyecto de reforzamiento que se realiza desde hace un mes.
Enfatizaron que actualmente se realiza un proyecto para corregir el asentamiento diferencial de la estación, y desde octubre de 2021, se instalaron 76 placas de juntas de unión en trabes de tres pasarelas para tránsito de pasajeros, así como el aumento de la sección de las ménsulas en la rotonda.
Además en 2022 se hizo la intervención de un sótano en el CETRAM Pantitlán; los trabajos consistieron en el mantenimiento de acero, la instalación de un marco estructural y la reparación de losa de rodamiento.