Comparecer en el Senado en la actual legislatura es tanto como ir a un examen profesional para doctorarse, los sinodales son exigentes y algunos o algunas no dudan en levantar la voz, sacar cartulinas con leyendas de protesta, exhibir maquetas y estadísticas para reforzar sus dichos.
Hay quienes tienen fama de buenos juristas, otros alcanzan la clasificación de “animales políticos” por su experiencia, habilidad y capacidad de reacción inmediata.
Lo saben quienes han ido a comparecer a este Senado, porque a veces tienen que “comer sapos”, aguantar reclamos recogidos de la realidad, endurecer el rostro, tolerar calificativos y hacer oídos sordos para no perder mesura ante ofensas.
Con la batería de examinadores que tiene el órgano legislativo, para comparecientes es reto ocultar o remontar el nerviosismo que a veces los lleva a incurrir en gazapos.
Hay quienes merecerían, cono sucede en las evaluaciones académicas, “mención honorífica” por el dominio de su materia y puntualidad de sus respuestas.
Entre los sinodales existe impetuosidad y dominio escénico de las senadoras Kenia López Rabadán, Xóchitl Gálvez y Lilly Téllez, creativas y en ocasiones lacerantes en sus planteamientos; Germán Martínez Cázares es jurista respetado por adversarios; y Emilio Álvarez Icaza, radical defensor de los derechos humanos.
También están Beatriz Paredes Rangel, reconocida por su inteligencia, por propios y extraños; Dante Delgado, convertido en “animal político”, riguroso en sus intervenciones; Miguel Ángel Mancera, abogado cuidadoso en el manejo y alcance de las leyes; y Jorge Carlos Ramírez Marín, vigilante del cumplimiento de la normatividad legislativa.
Parte de la oposición, del autollamado Grupo de Contención, que con sus observaciones y preguntas, examina el trabajo de secretarios y servidores públicos en general.
El pasado martes 27 de septiembre compareció el secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández. Atendió a cada uno de sus cuestionadores. Fue prudente y certero, conservó la serenidad.
Desde la tribuna alcanzó a leer la cartulina que mostraba Lilly Téllez e incluía foto del ahora gobernador de Tamaulipas. La invitó a que vaya a la fiscalía si tiene elementos para acusar.
A Xóchitl Gálvez le hizo ver que estaba en un error al decir que Andrés Manuel López Obrador había trabajado en el gobierno de Luis Echeverría, porque entonces el tabasqueño cursaba la preparatoria.
Compartió el interés de Germán Martínez Cázares porque haya justicia en México y recordó al senador su aportación en materia de justicia al proyecto del actual gobierno.
Kenia López Rabadán alzó la voz para exigir un sí o u no sobre la participación militar en Ayotzinapa. El secretario comentó que ha trascendido que hay varios militares involucrados; pidió no culpar a toda la institución.
Rechazó afirmaciones de Álvarez Icaza de que se promueve política de presiones y chantajes. Recordó que el Grupo Plural senatorial lo ha visitado en la secretaría y reiteró, para todos, su disposición al diálogo.
Con Miguel Ángel Mancera estuvo de acuerdo en que se realice una evaluación permanente de la conformación de la Guardia Nacional.
En los parámetros de la educación superior, Adán Augusto López Hernández hubiera recibido “mención honorífica” por su vocación conciliadora.
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