La educación, piedra angular del progreso humano, está en un punto crucial de transformación. En su más reciente informe de políticas, el secretario general de la ONU, António Guterres, plantea una visión audaz para el futuro educativo del mundo, en el contexto de los preparativos para la Cumbre del Futuro de 2024. En este evento de cooperación multilateral, la educación ocupa un lugar crucial, y Guterres ofrece recomendaciones que merecen ser escuchadas y debatidas con atención, particularmente en el contexto del debate en México sobre los libros de texto gratuitos.
La educación ya no debe ser una experiencia estática y limitada en el tiempo. Guterres exhorta a abrazar un sistema de aprendizaje permanente, adaptable y eficaz. La visión de una sociedad del aprendizaje es el faro que guía su propuesta. Pero, ¿qué implica este cambio? Significa ir más allá de los límites de las estructuras tradicionales y fragmentadas de la educación, abrazando un proceso continuo de formación, reciclaje y perfeccionamiento a lo largo de toda la vida.
Un punto central de esta transformación es la equidad y la inclusión. Guterres defiende una educación que abrace a todos, sin importar su origen, género, discapacidad u orientación. La educación debe eliminar los estereotipos de género y reconocer la igualdad en su máximo sentido.
El papel del profesor también debe evolucionar. De simples transmisores de conocimiento, deben convertirse en guías creativos en el proceso de aprendizaje. La ONU enfatiza la importancia de un enfoque colaborativo y activo en la educación, donde los profesores ayuden a los estudiantes a analizar y determinar críticamente la información relevante en un mundo en constante cambio.
Las tecnologías digitales también tienen un papel crucial. Guterres señala la importancia de asegurar el acceso a contenidos digitales de calidad, especialmente en entornos desfavorecidos. Aprovechar las plataformas digitales para mejorar el aprendizaje y aumentar las capacidades para enfrentar los desafíos del futuro es esencial.
En este sentido, en México, hay muchos puntos de atención para abordar el tema. Uno, es la posibilidad de obtener un recurso económico de manera directa, y así, garantizar que se beneficie de la educación gubernamental gratuita y no la abandone.
Más allá de este gran avance; los educandos tienen garantizado acceso a internet en la mayor parte de los recintos escolares, esto hace que los libros te texto gratuito sean un elemento más para ayudar al profesor en el proceso de educación y no el eje central. Sin perder de vista la infraestructura, como aulas, baños, laboratorios, acceso al agua, zonas recreativas y profesores capacitados, al alcance de los estudiantes.
Con estos elementos, se advierte que la discusión en la confección de los libros de texto gratuitos queda rebasada; hoy tenemos la obligación de impulsar las bondades que nos da, por ejemplo, la inteligencia artificial, la digitalización en procesos, como la innovación en materia de fármacos; negocios; industria y claro, el sector educativo no se queda atrás.
Como lo ha dicho la ONU, en México se vive un proceso transformador en la educación, “abrazando un proceso continuo de formación, reciclaje y perfeccionamiento”, que el polo político opositor no alcanza a entender. ¿Por qué será?
*Periodista | @JoseVictor_Rdz