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Cava, Champagne y Prosecco son tres nombres muy conocidos a nivel internacional, sobre todo cuando hablamos de fiestas y celebraciones, y también de la historia y cultura del vino. Pero estos tres nombres suelen crear confusión entre quienes se inician en el mundo de los vinos espumosos.
¿Cuál es la diferencia entre Cava, Champagne y Prosecco?
Muchos no conocen más de dos, pero aunque no conozcamos bien todos los detalles, podemos reconocer lo que las tres tienen en común: las burbujas. Echemos un vistazo más de cerca a estos tres tipos de vinos espumosos.
Una de las bellezas del vino, y también de las burbujas, además de hacer brindis, es que nos permiten viajar. Podemos conocer otras zonas y partes del mundo, descubriendo así diferentes costumbres, gastronomía, actitudes y formas de vida.
Champagne, Crémant, Sekt, Prosecco y Lambrusco son sólo algunos de los nombres de los numerosos tipos de vinos espumosos que podemos encontrar en un viaje alrededor del mundo de los vinos. Hoy me voy a concentrar en los tres que por su proyección internacional y su calidad, han llamado la atención de los amantes del vino.
Comenzamos nuestro recorrido por Cava. El Cava es un vino espumoso elaborado según el método tradicional, es decir, realiza una segunda fermentación en la misma botella que llegará al consumidor. Sus principales variedades de uva son un trío que a lo largo de los años ha demostrado complementarse muy bien: Xarel-lo, Macabeo y Parellada. El clima mediterráneo, junto con viticultores que entienden la tradición y el “terroir”, confieren al Cava parte de su personalidad, junto con sus casi dos siglos de historia. Data del año 1872, cuando se elaboró la primera botella en el Penedès, considerado la cuna del Cava.
Para conocer la Champaña, nos dirigimos al norte de Francia, donde a finales del siglo XVII nació por casualidad la bebida que años más tarde se convertiría en el vino más famoso del mundo. Este vino tiene una estrecha relación con el Cava, no sólo porque Cataluña fue durante años uno de sus principales proveedores de tapones de corcho, sino también porque comparten el mismo método de elaboración y la búsqueda de la calidad y la singularidad. Pero no nos adelantemos: empecemos por el principio, por el viñedo.
La región de Champaña está situada en el norte de Francia, en el límite donde la viticultura se considera posible en términos de tolerancia al frío. El Cava, por su parte, goza de un clima mediterráneo que permite que las uvas maduren de forma óptima. Por lo mismo, en Champaña es más difícil conseguir vinos espumosos secos (sin azúcar añadido) y vinos espumosos añejos (los preciados Millésimes, o Vintage, lo que no ocurre todos los años). El Cava, por su parte, consigue garantizar la cosecha año tras año, gracias a las fiables horas de sol del clima mediterráneo, elaborando Cava de añada con facilidad, eligiendo el punto óptimo de maduración y decidiendo si añadir azúcar para crear diferentes estilos de Cava.
Ahora que hablamos de estilos, es un buen momento para fijarnos en una de las grandes virtudes de los espumosos en general, y del Cava en particular: la versatilidad. Aunque el Champagne también tiene diferentes estilos, gracias a la dosificación (adición de azúcar) y al tipo (Blanc de Blancs, Blanc de Noirs o Rosado), el Cava tiene más opciones, debido a la amplia gama de variedades autorizadas además de las tradicionales. Estos diferentes estilos le permiten maridar con una amplia variedad de menús, desde la más tradicional hasta la más vanguardista, e incluso platos asiáticos.
El Cava es ideal para utilizar en el mundo de la coctelería, donde ya ha demostrado ser un gran compañero de la versatilidad.
La razón por la que el Champagne sigue el mismo método de elaboración que el Cava, puede deberse también a su relación histórica y a la proximidad entre estos dos vinos espumosos. Uno de los aspectos que más les diferencia del resto de espumosos del mundo es su método. Me refiero al método tradicional o “Champenoise” que consiste sencillamente en realizar la segunda fermentación en botella. Esto quiere decir que tanto el Cava como el Champagne obtienen sus burbujas en la misma botella que llega al mercado.
Para garantizar el seguimiento de este método y por lo tanto, la calidad del proceso, la D.O. Cava se creó junto a su Consejo Regulador, del mismo modo que en Francia. Hablo de la A.O.C. (Denominación de Origen Controlada) Champagne y su entidad gestora. A pesar de compartir el mismo método y objetivo de conseguir el máximo nivel de calidad, hay varias razones por las que el Cava tiene un rango de precios mucho más accesibles que su homólogo francés. Por lo tanto, el Cava es una bebida para todos, y es una excelente opción para todos aquellos interesados en el consumo de un rico espumoso.
En cuanto a las diferencias entre Cava y Prosecco, hay otras bebidas cuyo la gran protagonista es la burbuja, pero hagamos una parada en Italia y más concretamente, en la zona del Véneto, al noreste. Ésta es la cuna de una bebida que ha alcanzado gran fama gracias a su estilo más casual: por supuesto, hablamos del Prosecco. Este vino espumoso a diferencia del Cava y el Champagne (que realizan una segunda fermentación en botella) obtiene sus burbujas en grandes depósitos de fermentación mediante el método “Charmat”. Así, en términos generales, podemos decir que el Prosecco es más dulce y fresco, destacando los aromas frutales primarios por delante de los matices más complejos y profundos que solemos encontrar en el Cava o el Champagne. Esta diferencia también se nota en el tiempo de envejecimiento en botella, prácticamente inexistente en la mayoría de Proseccos. Por tanto, el Cava se convierte en el mejor compañero para acompañarnos durante toda la comida, mientras que el Prosecco se dirige a un público menos exigente, en cuanto a riqueza y complejidad del producto.
Otra diferencia entre Prosecco y Cava es que el espumoso italiano ofrece tres versiones según la existencia e intensidad de sus burbujas: ProseccoSpumante, Prosecco Frizzante (con menos burbujas) y ProseccoTranquillo (sin burbujas). También existen diferentes grados de dulzor, desde Brut (con hasta 15 g/l de azúcar) hasta Extra Dry (15 a 20 g/l) y Dry (20 a 35 g/l).
Tabla de resumen:
Las características del Cava:
Clima: Mediterráneo
Variedades de uva: Xarel-lo, Macabeo, Parellada (coupage tradicional) otras variedades autorizadas: Subirat Parent (Malvasia), Chardonnay y las variedades negras: Garnacha Negra, Monastrell, Trepat (sólo para rosados) y Pinot Noir.
Método de producción: método tradicional o “Champenoise”
Precio medio: medio a alto
Tipos de Cava:
Brut Nature: 0-3 g/l
Extra Brut: 0-6 g/l
Brut: hasta 12 g/l
Extra Seco: 12-17 g/l
Seco: 17-32 g/l
Semiseco: 32-50 g/l
Dulce: más de 50 g/l
Las características del Champán:
País de origen: la región de Champaña del norte de Francia
Clima: extremo, frío y duro
Variedades de uva: Chardonnay; Pinot Noir y Pinot Meunier (tinto)
Método de producción: tradicional o “Champenoise”
Precio medio: alto
Tipos de champán:
Extra Brut: 0-6 g/l
Brut: menos de 12 g/l
Extra seco: 12-17 g/l
Segundo: 17-32 g/l
Semiseco: 32-50 g/l
Doux: más de 50 g/l
Las características del Prosecco:
País de origen: la región del Véneto en el noreste de Italia
Clima: templado
Variedades de uva: Glera (al menos 85 %). Otras variedades autorizadas: Verdiso, Bianchetta Trevigiana, Perera, Glera Lunga, Chardonnay, PinotBianco, Pinot Grigio, Pinot Nero (tinto)
Método de producción: “Charmat”.
Precio medio: bajo
Tipos de Prosecco:
Brut: hasta 15 g/l
Extra seco: 15-20 g/l
Seco: 20-35 g/l
Y así llegamos al final de nuestro viaje por los 3 vinos espumosos más famosos a nivel internacional. Un recorrido que nos demuestra que todos tienen burbujas en común y una identidad y personalidad diferentes. Los 3 cuentan con historia y tradición y ofrecen pura calidad. Son versátilesy adaptables sea cual sea la celebración, y aportan complejidad e intensidad para aquellos que quieran brindar por algo especial.
En cuanto a mí, me puedes escribir a anaisdemelo@columnist.com con cualquier duda o pregunta sobre vinos.
¿Y tú, ya fuiste por tu copa?