La Liga Mexicana de Balompié pasó de ser una iniciativa en la que pocos creíamos a una agradable realidad. Poco a poco se han ido sumando esfuerzos a este proyecto que va muy en serio en sus intenciones como alternativa a la Liga Mx de la Federación Mexicana de Futbol.
El anuncio de su creación fue informado a finales del mes de enero y desde entonces ha dado pasos firmes que, debo admitir, han logrado entusiasmarme por ver su competición y el cómo puede correr a la par de los torneos a los que hasta ahora estamos acostumbrados.
Tanto las nuevas franquicias, que incluyen novedosas plazas, como la contratación de nombres reconocidos en la historia del futbol mexicano, suponen un aire fresco que le ha otorgado el beneficio de la duda a este torneo.
Tan solo en las últimas semanas se han sumado personalidades como Carlos Salcido, quien será presidente del organismo, Ramón Morales, encargado de la formación de talentos (ojo a ese departamento: la liga está decidida a fomentar el trabajo en jóvenes) Ramón Ramírez, que asumirá como Director Deportivo del Atlético Ensenada, o Juan Antonio Luna, recién firmado como entrenador del Acapulco FC.
Con apenas 5 meses desde su anuncio, la pandemia por el coronavirus ha supuesto un reto tremendo al que la Liga Mexicana de Balompié parece haber vencido exitosamente. A final de cuentas, el proyecto sigue en pie pese a la pausa y las afectaciones económicas que eso pueda suponer.
Recordemos que, por ejemplo, en Estados Unidos la XFL había surgido apenas este año como alternativa a la NFL, pero debido a la pandemia, tuvo que frenar su naciente temporada y en este momento no están seguros de regresar para 2021, pese a lo prometedor que lucía.
Hablando de los Estados Unidos, es curioso que en una época en la que la FMF ha sido muy criticada por copiar los modelos de trabajo y negocios de la MLS surja una liga alterna. Y lo menciono porque en ese país, también existió y llegó a dar nota la NASL, que surgió y desapareció durante la década pasada, e incluso llegó a dar nota con la participación de jugadores como Gerardo Torrado con el Indy Eleven o Didier Drogba con el Phoenix Rising.
La Liga de Balompié Mexicano ha nacido con muy buenas intenciones. Es claro que no tendrán cabida en el circuito de divisiones de la Liga Mx y por lo tanto no tendrían relación alguna con la FIFA. De hecho, la tirada es lograr el reconocimiento de la Confederación de Asociaciones Independientes de Futbol CONIFA. Sin embargo, han dejado claro que quieren darle su lugar a los jugadores, manteniendo un sistema de salarios mínimos y máximos para sus integrantes.
Ojalá que este sea un proyecto al que le salgan bien las cosas y que tenga futuro. Siempre será bueno una alternativa laboral para los jugadores (¿cuántos del recién tocado Ascenso Mx pasarán a jugar a la LBM?).
Al tiempo.