El día del suelo
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), acordó desde el 2013 celebrar anualmente el 5 de diciembre a nivel internacional como el Día Mundial del Suelo, por así haberlo recomendado Unión Internacional de Ciencias del Suelo (IUSS) desde el año 2002 en el marco de la Alianza Mundial por el Suelo.
La finalidad de dicho festejo es crear una conciencia mundial acerca de contar con un suelo sano y gestionar políticas públicas dentro de los Estados miembros sobre el desarrollo sostenible del mismo, para lo cual, se acordó la Resolución 68/232 de la Asamblea General de la ONU celebrada el 20 de diciembre de 2013.
Previo a esta Resolución el problema ya había sido abordado a partir de diversos instrumentos internacionales como lo son: la Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, el Programa 21, el Plan para la Ulterior Ejecución del Programa 21, la Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible, el Plan de Aplicación de las Decisiones de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible (Plan de Aplicación de las Decisiones de Johannesburgo) y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, titulado “El futuro que queremos”.
Y es que los suelos de todo el mundo, dependiendo de sus características y composición química, son la base de la agricultura, del sustento de los ecosistemas y de la seguridad alimenticia que en estos años ha cobrado demasiada importancia en los foros internacionales por el crecimiento exponencial de la humanidad, lo cual, empieza a generar un serio problema en la producción de alimentos, por lo que, en vez de la típica agricultura horizontal, ya se contempla la agricultura vertical.
La cultura y reconocimiento de la sostenibilidad de los suelos redunda más allá del cuidado de la seguridad alimenticia, pues también incluye el cuidado del cambio climático y de la diversidad biológica, la desertificación, la degradación de la tierra; influye en cuestiones económicas y sociales como la erradicación de la pobreza, la disponibilidad del agua e incluso influye en el empoderamiento de la mujer al reconocer su derecho a la propiedad y la igualdad laboral en cuestiones agrícolas.
Según datos del Inventario Nacional de Suelos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, en los últimos años en México el principal problema que se tiene en la materia es la desertificación generada por la degradación de suelos en usos agropecuarios y forestales en tierras secas y montañosas principalmente. También lo es el uso excesivo de pesticidas y fertilizantes químicos que causan graves problemas a las tierras agrícolas (que en algunos casos son de imposible reparación). Por ello, el gobierno mexicano y la sociedad en general debemos de conmemorar dicho día con mejores políticas públicas en la materia. ¡Manos a la obra!