“Ne sutor supra crepidam uidicet”, del latín y milenario proverbio: “que un zapatero no juzque más allá de su sandalia”, lo que viene siendo en nuestro comunes y contagiados días: “zapatero a tus zapatos”. Más adelante, en otro párrafo les contaré la historia.
Cito esta frase porque me asombra que a la lista de funcionarios o autoridades que pueden serlo con solo tener un título profesional sin importar la actividad por la cual obtuvo el grado, se sumen cada vez más personas con poca experiencia en el puesto que ofrecen saber resolver y cumplir.
A río revuelto, ganancia de pescadores (para seguir con los refranes), parece que a esto se atienen cada uno de los movimientos de capital humano dentro de la administración pública. Este es el momento, si hay cambios, “solo póngame donde hay” -dice mi vecina-. Apenas ayer, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público publicó cambios en sus lineamientos para contratar mandos superiores.
¿Qué tal, quién se apunta? Concursar para la titularidad de las Unidades de Administración y Finanzas (las muy competidas oficialías mayores) (UAF) de las dependencias de la Administración Pública Federal, ahora solo requiere un título profesional (así) y en lugar de cinco años, solo con tres años de experiencia en materia administrativa (de lo que sea, no importa si fue administrando un comité de campaña o una oficina de timbrado) más que calificado se está. Fácil.
También se anunciaron dos artículos más en estos menesteres, el 13 y 14. En el primero se establece que en el caso de los candidatos de titulares de las UAF o equivalentes en las entidades paraestatales, el secretario, a propuesta del Oficial Mayor, emitirá mediante oficio la propuesta respectiva al director general o equivalente de cada entidad correspondiente, a efecto de que éste dé cumplimiento a lo dispuesto en la Ley Federal de las Entidades Paraestatales y de los requisitos descritos en los lineamientos.
En el artículo 14 se señala que será facultad exclusiva de los titulares de las UAF realizar la selección y contratación del personal de los niveles jerárquicos inferiores que se encuentran adscritos a su área, los cuales podrán ser removidos por la Oficialía Mayor.
Lo anterior no será aplicable tratándose de personal de base o puestos que estén sujetos a la Ley del Servicio Profesional de Carrera en la Administración Pública Federal, su reglamento y demás disposiciones jurídicas aplicables.
Con lo que queda claro que sin importar el grado de capacidad comprobable del administrador de finanzas, éste nombrará a los que ordenará y hará equipo. Gran mezcla y garantía.
Ahora les termino de contar el origen del refrán: zapatero a tus zapatos. “Dícese” del que se quiere meter en campos o asuntos que no son los propios.
Según cuentan, un pintor helenístico Apeles tenía la costumbre de exponer en público sus obras terminadas y, escondiéndose detrás de las tablas, escuchaba los juicios de los espectadores. En cierta ocasión un zapatero criticó un defecto en la sandalia de una figura pintada y Apeles, rectificó la sandalia.
Al día siguiente volvió a pasar el zapatero y animado porque su crítica había tenido un efecto, se puso a criticar la pierna de la figura. Apeles salió y le dijo “ne sutor supra crepidam iudicaret”. Ahora imaginen el resultado de la pintura si Apeles la hubiera cambiado. Fácil.