Al hacer uso de nuestra libertad de expresión para contar las historias que nos lleven a la reflexión y al cambio, en América Latina las mujeres periodistas nos enfrentamos a discriminación, segregación y violencia machista. No todo está perdido, hay avances en igualdad de género, pero aún quedan muchos retos importantes por atender.
Así lo reveló el informe "Mujeres periodistas y salas de redacción", presentado por La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
Como en todas las sociedades machistas y patriarcales, en los medios de comunicación aún permean patrones arraigados de discriminación por motivos de género, por ejemplo a través de subrepresentación y segregación en la asignación de tareas y actividades, lo que hace que el trabajo de las mujeres sea menos visible y valorado, como consecuencia una diferencia salarial, obligándolas a buscar un ingreso extra, sumándose a los tareas del hogar (un trabajo no remunerado) en medio de las carentes estrategias para garantizar que quienes desarrollan tareas de cuidado de otras personas no vean afectadas sus trayectorias profesionales. Preocupantemente, el informe revela que aún persiste la práctica ilegal de ser consultadas sobre sus planes reproductivos durante los procesos de contratación.
En el gremio periodístico las mujeres no estamos exentas de hechos de violencia incluidos los asesinatos, la violencia sexual y la violencia digital. En 2019 las periodistas mexicanas a través de las redes sociales dieron a conocer testimonios sobre acoso sexual al interior de los medios de comunicación con la etiqueta #MetooPeriodistasMexicanos.
El techo de cristal todavía no desaparece en los medios de comunicación, aún se registran obstáculos que dificultan que las mujeres accedan a altos puestos de decisión y/o dirección en las empresas informativas. Ante la falta de representación, ONU Mujeres configuró el “Pacto de medios: Demos el paso por la igualdad de género” que alienta a medios de comunicación a la adopción de decisiones con perspectiva de género, garantizando que las periodistas dispongan de las mismas oportunidades que sus colegas masculinos y puedan cubrir temas diversos, desde la política hasta los negocios, la ciencia, los deportes y la tecnología.
Preocupa, que estas brechas relatadas por las propias mujeres en los últimos años parecen haberse agravado en el marco de la pandemia por COVID-19. La desigualdad en los medios de comunicación aun representa un enorme desafío para desempeñarse en al ámbito periodístico en igualdad de condiciones con el hombre.
Es necesario que los medios de comunicación hagan un esfuerzo no solo para cubrir los temas relacionados a los derechos de las mujeres, si no porque en sus salas de redacción y centros de trabajo sean espacios conscientes con acciones encaminadas a romper con la violencia de género y la discriminación.