Columnas
Aquellos que están inquietos con el conteo de votos que realizará el Instituto Nacional Electoral (INE) de la elección de juzgadores el 1 de junio, harían bien en tranquilizarse porque si algo ha distinguido a este organismo es su esmero por garantizar la imparcialidad y transparencia.
Si bien es cierto que se trabaja a marchas forzadas y sin el presupuesto que se planteó en un primer momento, también es indiscutible la decisión de empleados por dar su mejor esfuerzo, por cuidar el proceso, sobre todo las acciones esenciales.
El conteo de los votos es una de ellas.
Contarlos a la vista de testigos, para que en nadie exista la sospecha que la tarea se lleva a cabo en lo oscurito, es clave para la credibilidad.
Se trabaja para que haya “Big Brother” en el conteo que realizarán en los 300 consejos distritales del país.
En su comunicado 135 del pasado domingo 4 de mayo el INE señaló:
“El INE realizará un esfuerzo inédito a fin de disponer la instalación de cámaras en los lugares donde se llevará a cabo el escrutinio y cómputo de votos para que la ciudadanía observe su desarrollo”.
¿Qué significa?
Habría cámaras de video que transmitirían en tiempo real para que cualquier persona, en las distintas plataformas, pueda ver la manera en que se lleva a cabo el conteo, fundamental para la legitimidad de los resultados.
Se le puede llamar “Big Brother electoral”.
Ya estamos en la cuenta regresiva, faltan tres semanas para la elección de juzgadores, de jueces, juezas, magistrados, magistradas, ministros y ministras.
Como es sabido, en las elecciones donde intervienen los partidos (en la elección de juzgadores está prohibida su participación), los propios partidos, además de observadores electorales, se encargan de vigilar el desarrollo del proceso en las casillas y están pendientes del conteo que hacen funcionarios.
Los representantes de los partidos ven el conteo que realizan ciudadanos y ciudadanas en cada casilla y los partidos le dan seguimiento a lo que se hace en los 300 consejos distritales.
El 1 de junio no se van a contar los votos en las casillas, sino en los consejos distritales y es ahí donde operará “Big brother”, para garantizar transparencia.
El INE que preside Guadalupe Taddei ha dado muestras de lo que puede hacer su equipo. Para muchos pasó desapercibido o no se apreció como lo merecía, pero en la elección federal de 2024 dio más de lo que se acostumbraba a dar como resultados la noche de la elección.
No únicamente se concretó a informar las tendencias de la elección presidencial, sorprendió al ampliar la información y dar los pormenores de lo sucedido en materia legislativa.
Esa misma noche, medios y sociedad, no nada más tenían claro quien había ganado la presidencia, también pudieron enterarse de la composición que tendrían las cámaras de Diputados y Senadores.
Un esfuerzo mayúsculo. Quizás pareció normal, por la dinámica del mismo proceso. Prácticamente nadie lo aplaudió y el aplauso se lo había ganado el INE a pulso, porque esa noche la sociedad se fue a dormir en paz, menos los que no daban crédito a su derrota.
Ejemplo de la capacidad de Taddei, de cada uno de los consejeros electorales, de los funcionarios y de los empleados en general.
Así que “Big Brother electoral”, vigilante de que todo se haga correcto, sería una realidad cuando el INE lleve a cabo el cómputo, en bien de la legitimidad de una elección inédita.
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