Columnas
Continuando con lo abordado en la entrega anterior y con la finalidad de concluir este tema, debo decir que la estrategia China, tuvo desde un principio como base, el aprendizaje en aspectos como: la recepción de la producción maquiladora de países industrializados, sobre todo, los Estados Unidos; la observación de los procesos productivos, el envío de estudiantes a otros países, particularmente para aprender ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; la aplicación de procesos de ingeniería inversa para la fabricación de productos; entre otros, que se conjuntaron en grandes programas de mediano y largo plazo
De tal manera que, lo que hoy se observa con asombro en el mundo, tiene un camino recorrido de varias décadas, en el que dicho país transitó por momentos complicados que más adelante le rindió frutos y que hoy día los ubica en un lugar privilegiado en el entorno económico-tecnológico mundial.
Es así que, con el objetivo de poner en perspectiva los aspectos mencionados, debo decir que, detrás de la recepción de los grandes volúmenes de producción maquiladora, estaba sacar de la pobreza y pobreza extrema a cientos de millones de trabajadores chinos; pero que al mismo tiempo migraban de actividades en el sector primario a la industria; con lo que, empezaron a tomar expertise en dichos procesos y con los ingresos que captaba el país; éstos servían para continuar con la estrategia.
Así mismo; lo anteriormente comentado fue aprovechado para la observación y perfeccionamiento de los procesos productivos y de esa forma pasar a la siguiente fase de la estrategia, que era comenzar a producir productos similares a los que las empresas norteamericanas les encargaban maquilar (clonación), en algunos casos sin marca alguna; debo resaltar que durante algunos años en muchos lugares del mundo dichos productos eran vistos como de pésima calidad o desechables; percepción que fue cambiando en el transcurso del tiempo.
A la par de lo anterior, cientos de miles de destacados estudiantes chinos migraron, con el apoyo de su gobierno a estudiar a prestigiadas Universidades europeas y de los Estados Unidos para realizar estudios; pero siempre con el compromiso de regresar a su país al término de estos, con la visión y misión de aplicar lo aprendido en la creación de empresas de innovación y desarrollo tecnológico.
En sintonía con lo anterior; se incrementó la inversión en educación superior, el impulso a los grandes talentos nacionales, la atracción de extranjeros destacados; así como, procesos de transferencia de innovación científica; lo que se reflejó en un incremento en el PIB para los rubros de ciencia, tecnología e innovación entre 2012 y 2023 de 1.98% a 2.65%.
Mucho se ha hablado de que los procesos de “Ingeniería Inversa” no son del todo éticos; sin embargo, China los utilizó como herramienta de práctica contínua para conocer la estructura y funcionamiento de muchos productos; es decir; pasar de la manufactura a la mentefactura o también conocida como ciclo integral de producción; que conlleva ejecutar, por parte de los trabajadores, las actividades de alto valor agregado, que regularmente las empresas trasnacionales tienen en sus países de origen.
Con lo expuesto quiero destacar que, cuando de repente se habla del caso chino en términos de que todo tiene como punto de partida el Programa “Hecho en China 2025”; la visión es sesgada; debido a que los resultados actuales han sido un trabajo de las últimas 5 décadas
El comentario anterior no pretende restar méritos al Programa “Hecho en China 2025”; sino simplemente clarificar y darle el valor a la visión de largo alcance que han desarrollado para llegar a ser hoy líderes en investigación y desarrollo tecnológico.
Dicho programa lanzado en 2015 ha tenido la virtud de implementar, estabilizar y expandir toda la estrategia a través de planes quinquenales, como el lanzado en 2016 sobre Desarrollo Económico y Social y que contempló como prioridades: desarrollo de áreas clave como la Inteligencia Artificial; la Robótica; las Energías Renovables y la Biotecnología.
Además del Plan echado a andar en 2020 con prioridades en Tecnologías de la Información (TIC´s); Protección Ambiental; Nuevos Materiales y Biotecnología; así también; el planteado hacia 2030 que contiene adicionar las áreas de Energía; Medio Ambiente y Cambio Climático; Manufactura Avanzada; Agricultura; Aeroespacial y Recursos del Mar e industrias estratégicas como: fabricación de Semiconductores; la Economía Digital; la Computación Cuántica; la Biomedicina y la Industria Militar.
En adición, también debo hacer énfasis en el proyecto lanzado en 2013 denominado por el gobierno chino “One Belt, One Road”, de infraestructura y desarrollo comercial con gran trasfondo geopolítico; ya que busca la conexión entre Asia, Europa, África y el Medio Oriente, por medio de redes de transporte y comercio.
Finalmente; por todo lo ya descrito puedo asegurar que esa percepción de que “China fabrica”, ha quedado superada con creces y lo que hoy tenemos es una lucha geopolítica por la supremacía mundial; otros le llaman la Guerra Fría Tecnológica”; “La Guerra de los Chips”; no obstante, desde mi óptica, lo que ubico es que en su afán de seguir siendo los hegemónicos, los norteamericanos le dieron las herramientas a los chinos para que sean la potencia que son hoy día.
Luis Escobar Ramos
Email: lescobarramos67@gmail.com
Twitter @LUISESCOBARRAM6