La selección mexicana que se preparaba para el mundial de Francia 1998 tuvo una presentación para el olvido, cayó por 5-1 ante la Univerisdad Católica de Chile a dos meses de iniciar la justa; previo a este partido, los aztecas habían perdido en el mismo escenario ante la selección sub-20 de Chile (1-2).
El tricolor fue ubicado en el llamado “grupo de la muerte” por segundo mundial consecutivo al quedar en el grupo con Corea del Sur, Bélgica y Holanda. Sin duda el compartir otra vez un sector con dos europeos generaba sensación de peligro en la afición mexicana y dejaba dudas de una posible clasificación.
Pero México no dejó de lado la gran calidad de sus jugadores y el buen grupo que formó Manuel Lapuente, y demostraron desde el primer encuentro que dejarían buenas sensaciones durante su participación en el mundial de Francia 1998.
En su primer encuentro, disputado en Lyon el 13 de junio, venció 3-1 a los asiáticos dando vuelta al marcador en el segundo tiempo tras un autogol de Duilio Davino; con anotación de Ricardo Peláez y doblete de Luis Hernández México ganaría en su debut.
El segundo choque celebrado el 20 de junio en Burdeos, fue contra Bélgica. El equipo belga con goles de Marc Wilmots ya ganaba 2-0 en el inicio del segundo tiempo; sin embargo, Alberto García Aspe al minuto 55 descontó de penal, y Cuauhtémoc Blanco al 62 empató el partido.
El último compromiso de grupos fue el día 25 de junio en Saint-Étienne, México vivió la misma desventaja de 2-0 al medio tiempo contra los neerlandeses. Faltando quince minutos para el término, Peláez descontó para el 1-2, y posteriormente Luis Hernández marcó el empate en el minuto 90. El empate 2-2 los clasificó a la siguiente fase; en primer lugar avanzaron los de la “naranja mecánica” y el segundo fue para los mexicanos.
Ya en octavos de final se enfrentaría a la selección de Alemania.
Por primera vez en el certamen México iniciaba ganando el encuentro por conducto de Luis Hernández en el comienzo del segundo lapso. A pesar de todo, el cuadro germano se impuso 2-1 con anotaciones de Jurgën Klinsmann y Oliver Bierhoff. Por segunda ocasión consecutiva la selección mexicana había caído en octavos de final.
Dentro de lo más destacado, el delantero Luis Hernández con sus cuatro anotaciones se convirtió en uno de los máximos goleadores mexicanos en copas mundiales; hasta la llegada de Javier Hernández, también es el goleador mexicano que más ha marcado en un solo torneo. Inclusive se consagró como uno de los mejores artilleros del mundial de Francia compartiendo el puesto con Ronaldo y Marcelo Salas.
¡Nos leemos el viernes!