A mis colegas aspirantes al INE2023.

Guardaré este honor en la memoria, siempre. El de estar en las mismas listas que Ustedes, mis hermanas, hermanos y hermanes aspirantes a las Consejerías del INE 2023-2032.

Enorme distinción y privilegio que mi nombre vaya junto al de especialistas excepcionales de todo México; profesionales de las elecciones, demócratas de alto calibre, leales a la constitución desde hace lustros, quizá décadas, que contribuyen a un mejor sistema electoral y a un sistema político más legitimado y resiliente.

Con humildad sincera y auténtica convicción reconozco sus fortalezas, habilidades y competencias, que no son menores, pocas ni recientes. Admiro sus prendas personales, académicas y políticas. Oír o leer sus nombres junto al mío es el más alto honor, colegas.

Encarnan la promesa de un reconvertido aprecio social y político de los alcances y responsabilidades de los órganos constitucionales autónomos, pero a partir de una renovada concepción de la tradicional división de poderes.

Hace años alego que al INE hay que salvarlo; inclusive de sí mismo, como hoy. Nadie mejor que Ustedes para acometer tan delicada empresa, en medio de un rediseño profundo de nuestro régimen democrático, que transita por retos y oportunidades que hay que enfrentar rápido, bien y con sentido de República. En un momento complejo, además, en el que la nueva normativa presenta, como nunca, dilemas estructurales de aplicación, eficacia, interpretación, vigencia y viabilidad sistémicas.

Estamos a hombros de gigantes. Honremos con integridad esos legados, aquellos logros; seamos merecedores de esas trayectorias, aquellas batallas. Si ganan, colegas, ejerzan el cargo con responsabilidad, prudencia, serenidad. Estudien y reaccionen a la coyuntura, sí, pero también piensen en el largo plazo, en sus hijos y las cuentas que les darán cuando les pregunten que qué hicieron a partir del 2023 por el INE y por la democracia mexicana. Cuando pienso en Ustedes, oigo Color esperanza, de Diego Torres. Garantícenla.

Abrazo con especial afecto y gratitud a quienes están ya fuera del procedimiento (aunque sé que algunos y algunas regresarán muy pronto, tribunal mediante). Con el rostro lleno de sudor y lágrimas, y el uniforme cuajado de insignias y medallas, han caído con gallardía en la contienda.

Combatientes excepcionales, son la extraordinaria reserva de la República para batallas venideras, que también serán arduas, ingratas, cruentas, pero a las que siempre hay que enlistarse, y es que servir al INE, mejorarlo, abaratarlo, modernizarlo, es un reto formidable, del que nadie debiera desistir sino hasta el último aliento. Cuando pienso en Ustedes, oigo Uprising, de Muse. Sean la resistencia; manténgala viva, porque al INE también se le sirve desde afuera.

Si en estos días me incorporo a sus filas, platiquemos. Si, en cambio, avanzo, pido su confianza, paciencia y consejo, que honraré con integridad, responsabilidad y trabajo. Y es que el INE si se toca y para hacerlo bien se necesitan muchas voluntades; cuentan con la mía.

¡Suerte, felicidades, éxito!

@ElConsultor2

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