AMLO tiene tres opciones: Monreal, Sheinbaum y Ebrard, no más

Aunque, la lista cada vez se engrose más, las piezas que verdaderamente están en la mira del presidente Obrador son tres. Más allá de que exista en reconocimiento y la cercanía con el mandatario, hay una clara tendencia— que el voto de confianza una vez que se acerque la fase previa, se cargará a Ricardo Monreal, Claudia Sheinbaum o Marcelo Ebrard, no más.

Y es que a diferencia de todos los demás que ha nombrado el presidente, son las tres figuras que han mandado claros mensajes que están más que listos para la competencia, especialmente Ricardo Monreal y Marcelo Ebrard, que en los últimos días apretaron, lo cual nos permite ver las cosas desde otro ángulo más certero.

Sin embargo, la jefa de gobierno de la Ciudad de México igualmente aceleró. Hizo cambios estratégicos más que técnicos, políticos; este dato confirma que, el proyecto presidencial del 2024, ya comenzó con los trabajos territoriales y la operación para sanar heridas a sabiendas que la derrota de las alcaldías, forzó al reacomodo y, en consecuencia, apunta con un perfil experimentado como Martí Batres para el manejo político interno, a fin de abrir paso y consolidar su intención de competir. No obstante, la cuestión es mantenerse cuando enfrente la tensión y la presión de los demás rivales, no sin antes, sostener la cercanía y la confianza con el presidente.

Aunque, lo que está más que claro es que para nadie logra ser una tarea sencilla. La competencia interna será durísima entre Marcelo y Ricardo Monreal. Es importante decirlo: son dos grandes prospectos que perfectamente puede echar andar el presidente; ambos son confiables y muy cercanos al mandatario desde hace muchos años; de hecho, han cedido espacios de participación al mostrar disciplina y lealtad al proyecto. El propio canciller tiene un antecedente en 2012 en la definición interna; no sé conflictó con AMLO, y cerró filas con él.

Y que me dicen de Ricardo Monreal. Obviamente él ganó la elección interna en aquella supuesta encuesta con Claudia Sheinbaum y el propio Martí Batres. Al menos, eso se pudo constatar en muchos sondeos previos de casas encuestadoras de prestigio; eso también se llegó a confirmar— porque Monreal— vivía en aquella etapa su momento inmejorable para ser el candidato de Morena por la Ciudad de México. Incluso, se pensó y se especuló en la prensa Nacional— y en los titulares— la salida del ahora coordinador de los senadores en la Cámara Alta. ¿Y qué pasó?, optó por sumarse y reafirmar el compromiso de la lucha democrática con el presidente. Una clara señal de congruencia y una muestra de fidelidad.

Eso, en política, tiene un valor incalculable. Por ello, ¿el destino le jugará a favor? Él puede ser el candidato de Morena en 2024 sin ningún problema; junto a los demás perfiles que ha nombrado el presidente, me atrevo a decir que, su larga trayectoria y madurez política, así como su habilidad y sagacidad, pueden ser determinantes.

Soy de los que pienso que no hay una cargada del presidente hacia ningún perfil, más bien, los puso a competir en la cancha de la sucesión presidencial para que demuestren su capacidad, lealtad, compromiso, responsabilidad y trabajo. Las condiciones tienen un grado de equidad pareja. Nadie es menor que otro. Aunque, algo muy sustancial, será aquel que logre mayor adhesión y simpatía con los cuadros al interior de Morena y, por supuesto, el ojo al mandatario.

Ese será uno de los temas primordiales no sin antes, llegar entero a la fase previa y con un trabajo y desempeño que puedan ser las credenciales de presentación. Asimismo, también tendrán desde luego que realizar una etapa de construcción de su imagen que supere cualquier obstáculo, hostilidad y guerra sucia. ¿Quién es el más hábil de los tres prospectos? Él que parece más seguro es Ricardo Monreal que le apostará a su experiencia y madurez, lo mismo, a su relación con muchas fuerzas políticas en el seno de Morena y, por supuesto, a la eficiencia y tacto de su labor en el legislativo que es donde puede salir mejor librado en la competencia interna y, en el que, directamente, es muy prudente, pero certero.