En días pasados, un video de las niñas festejando un cumpleaños, rompió las redes sociales. Una de ellas apagaba las velas del pastel de la otra y empezaban a golpearse. Una con actitud fría y la otra con violencia, consumían la simpatía de la gente. Mientras, otra niña, una mexicana, era encontrada sin vida en un terreno baldío en Guerrero y casi siquiera nadie lo notó.
¿Qué sucede en un país donde las mujeres son asesinadas solo por ser mujeres?, Ayelin Iczae Gutiérrez Marcelo tenía 13 años. Salió de su casa en Tixtla el 15 de octubre y ese día empezó la búsqueda.
Peinaron terrenos y lugares cercanos a la vivienda de Ayelin, podía estar donde sea. Pero no fue así. La historia resultó más trágica de lo que esperábamos y en este país donde la violencia contra la mujer es el pan de cada día, fue hallada muerta y mutilada en una de las tierras que anteriormente las autoridades revisaron.
Los familiares y amigos, y hasta estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa marcharon para exigir justicia por su feminicidio. Fue el sábado 17 de octubre cuando bloquearon la carretera en Tixtla para exigir el apoyo de las autoridades. Imagine que en este país se tiene que marchar o rayar un monumento para ser escuchado. Cuando se supone que es de hecho, el trabajo de las autoridades.
Fue reportada como desaparecida, inició la búsqueda. Revisaron la zona. A los días, en ese mismo lugar donde autoridades habían pisado la tierra, las extremidades de la pequeña Ayelin fueron esparcidos. No se sabe qué sucedió, ni quién lo hizo. Pero el asesino tuvo la oportunidad de ir a ese lugar donde las autoridades la buscaron y depositar el cuerpo.
¿No se supone que el área debió estar vigilada, si no resguardada? ¿Qué sucede cuando desaparece una persona en este país, sin dejar rastro? Las autoridades estaban en supuesta búsqueda y aquél que la secuestró y asesinó pudo acercarse tranquilamente a las tierras cercanas al domicilio de Ayelin y dejar ahí su cuerpo. Nadie vio nada, nadie supo nada. Las autoridades mucho menos. No hay una sola persona detenida.
La alcaldesa de Tixtla, Erika Alcaraz aseguró que ayudaría a los padres para ser enlace con las autoridades competentes para que se investigue a fondo este caso. Entendemos el gesto de Alcaraz, pero imagine que en este país, un alcalde necesita ir a su casa y comprometerse para que se pueda realizar un “enlace” y los investigadores, investiguen. ¿Qué pasa con aquellos que no tienen esa atención y aún continúan buscando a sus familiares?
Ojalá este feminicidio sea aclarado y no veamos una pantalla más. Que los padres de Ayelin puedan encontrar paz a pesar de este profundo dolor. Ojalá podamos entender que la violencia de género y el feminicidio necesita ser erradicado de una vez y para siempre.