Siempre hay maneras de combatir la depresión cuando atravesamos situaciones difíciles como la pérdida de un ser querido. Hoy, con la pandemia que alcanza, según datos oficiales, alrededor de ciento sesenta mil decesos, decidí ayudarme y ayudar a mis semejantes haciendo un grupo en chat donde todos nos estemos monitoreando. La idea es reunir a un sinnúmero de personas con diferentes profesiones para tener información sobre qué hacer en caso de que la tristeza y la ansiedad por el confinamiento nos rebase.
La propuesta subida a mis redes sociales obtuvo una gran respuesta que me llenó de emoción y esperanza; de inmediato se sumaron psicólogas, enfermeras, fisioterapeutas, cuidadores, maestros de fitness, taxistas, amas de casa y protectoras de animalitos a ofrecer sus servicios de manera gratuita para quien necesite apoyo emocional.
Hubo incluso, una primera actriz, Emilia Carranza, quien me llamó telefónicamente para sugerirme como medida de terapia a la depresión la lectura de poesía, sí queridos lectores, poesía que, dijo, es la mejor arma para relajar las emociones cuando estas se alteran por cuestión de enfermedad o pérdidas.
Brevemente, me contó que durante años llevó a cabo diversas giras por todo el país con un programa patrocinado por Bellas Artes titulado “Leo, luego existo”, donde acudían amantes de la poesía de todas las edades.
Interesada en el tema le pregunté qué poetas sugería en estos momentos en que el coronavirus nos tiene al borde del “me rindo” y el solo escuchar sus nombres me dejó una sensación de alivió: Gabriela Mistral, Jaime Sabines, Salvador Novo, Jaime Torres Bodet, Javier Villaurrutia, Amado Nervo, Sor Juana Inés de la Cruz y hasta el inolvidable Francisco Gabilondo Soler “Cri Cri”.
La poesía, me explicó la primera actriz, no es exclusiva de adultos, hay poemas especiales para niños, que en este encierro obligatorio para no contagiarnos con el coronavirus están sufriendo igual o más que los adultos. Cierto, estimados lectores, la depresión en niños y adolescentes es mucha y solo pensamos que las victimas de esta cruel pandemia somos los adultos.
Con esta sugerencia busque un poema infantil de Gabriela Mistral que deseo compartir con ustedes para que, a su vez, lo hagan con sus hijos, se llama “Todo es ronda” y dice así: “Los astros son rondas de niños, jugando la Tierra a espiar…Los trigos son talles de niñas jugando a ondular… a ondular…Los ríos son rondas de niños jugando a encontrarse en el mar…”.
Considero que ante la realidad de la cual no podemos escapar, busquemos como sentirnos bien ayudando a otros a sonreír.