Por Pepe Delgado
El Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, que preside José Antonio Ortega, presentó ayer su nuevo ranking de las 50 ciudades más violentas en el mundo.
No era de sorprender que algunas entidades de la República Mexicana figuraran, pero que de las 50 más violentas, 18 se encuentran en nuestro país, si es de llamar la atención.
Por cuarto año consecutivo, una ciudad mexicana es la más violenta del mundo: en 2020 fue Celaya con una tasa de 109.38 homicidios por cada 100 mil habitantes.
En 7 de las 13 ediciones anuales de este ranking la ciudad más violenta del mundo ha sido mexicana (esto es, en los años 2008, 2009, 2010, 2017, 2018, 2019 y 2020), han revelado estos muestreos.
En 2020 de las 10 ciudades más violentas del mundo, siete son mexicanas: Celaya (área metropolitana), Tijuana (área metropolitana), Juárez, Ciudad Obregón, Irapuato (área metropolitana), Ensenada y Uruapan.
México ya lleva dos años como epicentro mundial de la violencia homicida. No es una casualidad,dejaron bien encaro ayer.
En 2019 y 2020 se ha aplicado la peor política de “control” del crimen, por parte del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador: por un lado, al no actuar contra los grupos criminales, principales responsables de la violencia, más que excepcionalmente, bajo la suposición de que si las fuerzas del orden no molestan a los hampones, ellos se portarán bien; por otro lado, aplicar vastos programas de subsidios con la esperanza de que los delincuentes, a cambio de ellos, dejen de delinquir.
Se dijo también que es fundamental para abatir la delincuencia, lograr justicia y paz en el país, hacemos un llamado a todas las organizaciones ciudadanas, sociales, a las agrupaciones religiosas, a sus líderes, a que reactiven la denuncia ciudadana.
Algo, que no hay que echar en saco roto fue la advertencia hecha de que esta crisis de violencia, impunidad e inseguridad junto con la pandemia ponen en grave riesgo la convivencia pacífica en todo México.
VENTANAL
Ayer, para conmemorar el día internacional de la mariguana, fumadores de cannabis, se dieron vuelo, ondeando banderas rastafari y tomados de las manos, fue como realizaron un mitin en la explanada del Monumento a la Revolución.
La exigencia de ese movimiento es que se despenalice la posesión simple de la mariguana.