Los Diablos Rojos del México están cerca de romper una sequía de una década sin título en la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) tras vencer por tercera ocasión consecutiva a los Sultanes de Monterrey, esta vez con marcador de 2-0. A pesar de que el tercer juego de la serie se extendió dos días por las inclemencias del clima, los regiomontanos no lograron reaccionar, quedando en una situación crítica en la Serie del Rey.
El equipo regiomontano ha pasado 21 entradas sin poder anotar, desde el sexto episodio del primer juego disputado en el estadio Alfredo Harp Helú. Esta sequía ofensiva ha dejado a los campeones de la Zona Norte al borde de la eliminación, mientras que los Diablos se muestran imparables.
En el quinto capítulo del tercer juego, Juan Carlos Gamboa anotó la primera carrera para los Diablos Rojos, suficiente para mantener el control. En el montículo, Trevor Bauer brilló una vez más, lanzando seis entradas en las que solo permitió cuatro hits y ponchó a cuatro oponentes. Sin embargo, la lluvia interrumpió el partido cuando se jugaba la séptima entrada, obligando a suspenderlo hasta el día siguiente.
El domingo, Justin Courtney subió al montículo para continuar con el trabajo defensivo y logró mantener la ventaja sin permitir anotaciones. Mientras tanto, los Sultanes no aprovecharon la pausa para mejorar su ofensiva, y siguieron sin poder pisar la registradora.
En el noveno inning, José Pirela selló el destino de los Sultanes con un cuadrangular solitario que puso el 2-0 definitivo en el marcador, terminando por desmoralizar al equipo rival. El venezolano recorrió las bases celebrando, consciente de que su batazo no solo afectó el marcador, sino que golpeó el ánimo de los regiomontanos.
El bullpen de los Diablos también hizo su parte: Edwin Fierro permitió solo un hit en la octava entrada, y Tomohiro Anraku cerró el partido sin contratiempos.
Previo a la reanudación del juego, los jugadores Trevor Bauer y Robinson Canó fueron homenajeados por sus logros en la temporada. Bauer fue reconocido por haber establecido el récord de más ponches en un juego de la LMB, con 19 ante Oaxaca el 21 de junio, y donó la pelota con la que logró esa marca al Salón de la Fama del Beisbol Mexicano.
"Es un tremendo honor que la pelota se quede aquí", comentó Bauer. "Pertenece a México, al beisbol mexicano. Cada vez que un aficionado la vea en este recinto, ayudará a que crezca el legado de este deporte."
Por su parte, Robinson Canó recibió un reconocimiento por coronarse campeón de bateo en la temporada regular, reafirmando su estatus como una de las figuras clave de los Pingos en su camino hacia el título.
Los Diablos Rojos se encuentran a un paso de alzar el trofeo de campeones, y con la confianza de su sólida actuación, podrían sellar la Serie del Rey en el próximo encuentro.
Foto por Cuarto Oscuro