Mientras México se ha convertido en una potencia global en la producción de vehículos, el país sigue desangrándose con ejecuciones masivas y crímenes atroces que cada vez impactan menos en la opinión pública.
Gracias al TLCAN, hoy TMEC, nuestro país se convirtió en un imán de industrias de distintos sectores para producir aquí sus bienes y comercializarlos en el mercado más grande del mundo. A cualquier persona extranjera le sorprende la diversidad y actualización de vehículos que circulan por las calles y ciudades del país. Así, a pesar de que regularmente pensamos que estamos peor que antes, al menos los precios de los vehículos y aparatos electrónicos, como las TV o teléfonos celulares, son más bajos que hace 25 años.
Por ejemplo, si deseamos saber cuánto vale realmente un artículo hoy a pesos del pasado, existen calculadoras en internet que nos simplifica esta información (https://fundar.org.mx/calculadora-deflactor/). Los autos norteamericanos de ayer son hoy suplidos por decenas de modelos de automotrices chinas, coreanas, o japonesas; muchos de ellos ensamblados en México, con motores a gasolina, híbridos o eléctricos, y con cuyos precios actuales puedes comprar hoy al menos dos o tres camionetas asiáticas por el costo de un Grand Marquis a pesos de 1994. Una parte amable de la globalización de los mercados.
En contraste, la violencia rampante que vive nuestro país, se explica parcialmente, por nuestra posición geográfica privilegiada para el tráfico de drogas, personas y armas. La cascada de atrocidades cotidianas que pasan en nuestro país pasan casi siempre de largo y muy pocas organizaciones las listan (Ver https://causaencomun.org.mx/beta/atrocidades-2023/). A las víctimas se les revictimiza, se les olvida, y ahora hasta se les elimina de los listados oficiales de desaparecidos. Las personas desparecidas a nivel nacional que hoy reconoce el gobierno ¡equivalen sólo a Tamaulipas, de acuerdo a colectivos de madres buscadoras!
Para darnos una idea del nivel de violencia en el que vivimos, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas calculó en 306,000 las personas asesinadas en la guerra civil que arrasó Siria de 2011 a 2021 (https://bit.ly/48mVdPH). En México, en los últimos cinco años, al menos 35,000 personas son asesinadas anualmente (https://bit.ly/3v2Vucr). Esos son los números en macro, pero deseo compartirles números en mi microcosmos.
En menos de dos semanas fueron asesinadas dos personas en una calle céntrica que uso regularmente en CDMX: avenida Sonora, que corre de las avenidas Insurgentes a Chapultepec y cruza las colonias Roma-Condesa. El primer asesinato fue contra un vendedor ambulante afuera de unas oficinas del sindicato del IMSS sobre esa calle, y el segundo homicidio fue días después contra un cuentahabiente al retirar dinero. En esa calle y cruces, hay al menos veinte cámaras policiales para seguir a los asesinos. Hoy no sabemos si han sido detenidos. Mientras tanto, veo pasar por la misma avenida, decenas de autos nuevos de todas las marcas y modelos. Dos mundos.