Columnas
El Caballo de Troya de la actual administración es la Secretaría de economía, su titular, Marcelo Ebrard que por razones inexplicables lo colocó ahí la Presidenta de la República tendrá un bunker para plantear la construcción de un partido político y hasta un golpe de estado.
La frase acuñada por el secretario de Economía de “No nos vamos a someterá esa señora”, muestra de misoginia y protagonismo que no la ha olvidado nadie, por eso llama la atención que tenga un espacio tan destacado en el gabinete. Las virtudes de Ebrard radican en sus amistades con políticos y empresarios del exterior, nada que cualquiera no pueda hacer desde ese cargo de la actual administración pública. Hay leyes que limitan los favores de la amistad y normatividades que impiden que la amistad pueda influir en los aranceles o las mercancías.
De nada sirve que Ebrard sea amigo del mismo Trump o de Kamala si las relaciones comerciales deben ceñirse a un tratado que es vigilado con lupa por tres países. Puede tener familiares entre los empresarios o inversionistas como sucede con Honduras, donde su cuñada Viviana Bueso, fue reclutada por Grupo Salinas en febrero de 2019, y para octubre siguiente la ascendieron a Gerente General de Banco Azteca Honduras.
El dueño de ese banco no tiene una buena relación con la 4T, ni con el primero ni con el segundo piso; al contrario. Es un gran deudor del fisco y con una posición de rebeldía para pagar lo que debe.
Los subsecretarios nombrados para economía, por el exsecretario de Relaciones Exteriores, están bajo sospecha, por lo menos uno de ellos votó por la alianza PRI-PAN-PRD. El itamita Vidal Llerenas es conocido como el flojo de Azcapotzalco, y ahora tendrá una responsabilidad que le queda muy grande: subsecretario de Industria y Comercio.
Entre los subsecretarios se eligieron a potenciales activistas que preparan su imagen para la candidatura de 2030, cuando tenga 70 años, a la Presidencia de la República, por el partido que se atreva a postularlo. Las “Avanzadas” llamadas así para impulsar la “sorpresa” que sería el libro de Ebrard, que no sorprendió a nadie ya que se trata de un currículum novelado, con todo y ficciones y personajes con el don de la ubicuidad, “El Camino de México” queda reservado, con derechos de autor, para el partido que quiere crear el ex secretario.
Ebrard no colocó a los más capaces sino con un perfil para catapultarlo hacia la candidatura. Dentro de Morena, la posición de Ebrard recordaría a Armando Guadiana, de quien nadie se acuerda, pero Ebrard se cree único en la historia.
El enemigo está en casa y la debilidad de la oposición obliga a pensar que los partidos nuevos saldrán de una escisión de Morena, encabezado por traidores.