Educación china en tiempos de retos

El compromiso de los gobiernos para con los sistemas educativos de los países que representan es un barómetro que permite conocer las aspiraciones y los retos a los que éstos se enfrentan. Las comunidades, principalmente universitarias, se presentan a sí mismas como micro sociedades que reproducen en su interior dinámicas propias de la macroestructura social, parcialmente gracias a la diversidad de que éstas se componen. Por otro lado, quien las lidera, reproduce tanto vicios como aciertos de las estructuras gubernamentales que rigen en ocasiones, o influencian en otras, su toma de decisiones.

En el caso de China, el sistema educativo se enfrentó a un gran reto con la llegada del Covid-19, pues si bien éste comenzó a expandirse durante el período vacacional de año nuevo chino, su auge en el país asiático se dio cerca del momento en el que el semestre de primavera habría de empezar. Pero una vez más, China mostró que la voluntad política puede hacer frente a cualquier circunstancia.

Aunque los alumnos no han regresado físicamente a la escuela, esto no ha impedido que las clases se detengan. La Universidad de Pekín, entre otras, pusieron en marcha un sistema de clases a distancia. Los profesores, asisten a los salones vacíos de alumnos y graban en vídeo sus clases para luego subirlas a una plataforma en línea y de esa manera explicar a los estudiantes el contenido de las clases. Otros formatos también están cobrando auge, como las conferencias con múltiples participantes, que desde luego requieren de potente infraestructura en telecomunicaciones para lograr su transmisión en tiempo real. En esta ocasión la Universidad de Pekín sorprendió en redes sociales al hacer los enlaces a estas clases en línea públicos, haciendo de esta la oportunidad para cualquiera que haya tenido el sueño de tomar una clase en la universidad número uno de China.

Por otra parte, las universidades han dado subsidios temporales para que los alumnos continúen sus estudios, los cuales consisten el envío de laptops y teléfonos móviles a aquellos alumnos de bajos ingresos que de otra manera no podrían continuar sus estudios en esta modalidad a distancia.

Asimismo, la temporada de reclutamiento laboral -en China hay dos al año- se ha mudado a formato virtual. Las ferias de empleo, donde los alumnos conocen a los reclutadores de diferentes empresas e instituciones de gobierno, se han mudado a plataformas digitales para lograr la caza de talentos universitarios de la temporada. Como es frecuente, China ha tomado ventaja de las circunstancias para generar sentido de comunidad y unidad frente al enemigo común que esta vez se presenta como un virus pero que en décadas pasadas ha tomado formas de países extranjeros o connacionales contrarrevolucionarios.

China prueba una vez más su resiliencia, por lo menos en términos de estabilidad social ante retos mayores. Ciertamente, cuando he leído los textos en lo que está basado lo que les cuento arriba me pregunto por qué la Casa Máxima de Estudios de nuestra nación no ha podido retomar sus actividades de manera normal.