El Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY), institución clave de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, conmemoró su 45 aniversario con una serie de actividades artísticas, destacando el montaje circense Rampante, encuentro subyugante de contagioso vaivén. Este espectáculo, presentado en la Karpa de Mente, fusionó danza, acrobacias y música en una propuesta que desafió las leyes de la gravedad.
La producción fue ejecutada por estudiantes de la Licenciatura en Artes Circenses Contemporáneas (LACC), programa educativo del CCOY en colaboración con Cirko de Mente. La puesta en escena contó además con la participación musical de alumnos de la Escuela de Música del Rock a la Palabra, quienes enriquecieron la experiencia con una banda sonora vibrante.
En el acto inaugural, Francisco Jesús Becerra Maza, director académico del CCOY, reconoció el esfuerzo colectivo detrás de esta celebración. "Este aniversario refleja el compromiso de nuestras escuelas con el arte y la cultura, uniendo disciplinas para seguir creciendo y generando nuevas propuestas artísticas", destacó.
Por su parte, Guillermo Briseño, al frente de la Escuela de Música del Rock a la Palabra, subrayó la importancia de la colaboración interdisciplinaria. "Fomentar la interacción entre estudiantes de distintas áreas permite no solo la creación de obras únicas, sino también un aprendizaje integral que trasciende los límites de cada disciplina", señaló.
Inspirada en El Barón Rampante, la emblemática obra de Ítalo Calvino, la presentación exploró la relación entre el cuerpo humano y los límites físicos. Cuerda lisa, trapecio, cable tenso y aparatos de diseño original fueron algunos de los elementos utilizados para simular movimientos aéreos, emulando el vaivén de la vida entre los árboles. La elasticidad, fuerza y precisión de los artistas dejaron al público cautivado.
Desde su fundación en 1979, el Centro Cultural Ollin Yoliztli ha sido un pilar en la educación artística en México. Su 45 aniversario se celebrará con actividades hasta el 27 de noviembre en diversas sedes, incluyendo la Sala Silvestre Revueltas, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris y el Teatro del Pueblo, reafirmando su compromiso con el desarrollo cultural del país.