Investigadores de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) trabajan en el desarrollo de un sistema de diagnóstico temprano de la demencia mediante el uso de Inteligencia Artificial (IA), a partir del análisis de imágenes cerebrales como resonancias magnéticas, tomografías y electroencefalogramas.
El proyecto, liderado por especialistas de la Facultad de Ciencias de la Computación (FCC), emplea algoritmos capaces de reconocer patrones en grandes volúmenes de bioseñales, con el objetivo de identificar señales tempranas de enfermedades neurológicas. Juan Manuel González Calleros, investigador de la FCC, explicó que estas bioseñales —como el ECG, EEG y la variabilidad de la frecuencia cardiaca— pueden detectar alteraciones antes de que se manifiesten clínicamente.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, actualmente existen 55 millones de personas con demencia en el mundo, con 10 millones de nuevos casos anuales. En México, la prevalencia en adultos mayores de 60 años es del 7.8 por ciento, añadió González Calleros, quien señaló también el uso de bases de datos especializadas como PhysioNet, plataforma internacional que ofrece acceso a registros biomédicos clave para la investigación en salud.
La iniciativa de la BUAP también contempla el desarrollo de herramientas adaptadas al entorno sociocultural y genético mexicano. Este trabajo multidisciplinario incluye la colaboración del doctor Vicente Arturo López Cortés, de la Facultad de Psicología, quien atiende directamente a personas con deterioro cognitivo.
“De la mano de psicólogos tratamos de hacer un protocolo de diagnóstico de la identificación de patrones cerebrales de enfermedades mentales más comunes, como ansiedad, estrés y fobias; y a partir de esas señales cerebrales se buscarán enfermedades más complejas, como la demencia”, detalló González Calleros.
El equipo del proyecto lo integran también Josefina Guerrero García (FCC), Monserrat Morín Castillo y Alina Santillán Guzmán (FCE), junto con los estudiantes Alfonso Andrade González y Luis Filiberto Regino Medina, del Doctorado en Ingeniería del Lenguaje y del Conocimiento.
La demencia es la séptima causa de muerte a nivel mundial y una de las principales fuentes de discapacidad. Su impacto trasciende al paciente, afectando a cuidadores y familiares. Ante ello, la comunidad científica busca desarrollar soluciones tecnológicas que mejoren su calidad de vida.
Juan Manuel González Calleros, doctor en Interacción Humano Computadora por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), señaló que tecnologías como la realidad virtual podrían ser empleadas para apoyar a los pacientes. “Esta tecnología puede ayudar a recordar cómo se cocina, cómo se lavan los dientes y cómo se come, siguiendo los pasos en un ambiente controlado, con escenas y objetos simulados: una especie de reentrenamiento, que a la par permitirá disminuir niveles de estrés y ansiedad”, expuso.
Asimismo, se plantea la creación de sistemas de agenda personalizada para guiar rutinas diarias y alertar a familiares, además de aplicaciones o plataformas web que generen conciencia sobre la enfermedad entre quienes rodean al paciente. “Al final todos necesitamos entender qué está pasando, por qué y qué podemos hacer para ayudar”.
González Calleros también anunció que está en marcha la aprobación de la Maestría en Experiencia de Usuario, en la FCC, orientada a incubar proyectos con impacto social. “En mayo se firmará un acuerdo de colaboración con la Universidad de Ingolstadt, en Alemania, para que esta investigación sobre la demencia y otras, sean parte de los proyectos conjuntos en tesis de maestría. También, los estudiantes podrán realizar un semestre de intercambio académico en la institución alemana”, detalló el académico.
“Una de las premisas es promover el bienestar de la población y a través de la tecnología lo podemos lograr”, especificó.