facebook
El Metro de la Ciudad de México, una crisis en ascenso

El Metro de la Ciudad de México, una crisis en ascenso

Columnas miércoles 01 de noviembre de 2023 -

El Metro de la Ciudad de México, inaugurado el 4 de septiembre de 1969 por el presidente Gustavo Díaz Ordaz y el regente de la ciudad, Alfonso Corona del Rosal –concebido originalmente como una solución al creciente problema del tráfico en la capital–, enfrenta hoy una crisis sin precedentes. Años de desatención y falta de mantenimiento adecuado han llevado a una serie de accidentes que ponen en riesgo la vida de sus usuarios. Su historia está marcada por logros y avances, pero también por mucha negligencia y desatención.

El pasado martes 24, la estación Polanco de la Línea 6 fue escenario de un nuevo incidente: una escalera eléctrica falló, resultando en siete personas lesionadas. Pero, ¿es este un caso aislado? La respuesta es un rotundo no. Diariamente, los usuarios del Metro enfrentan situaciones similares. Para muestra, otro botón: el 15 de agosto, en la estación Pantitlán de la Línea 9 –hecho que fue consignado en los medios informativos–, una escalera eléctrica avanzó en sentido contrario, causando pánico entre los usuarios. Las escaleras eléctricas, algunas con más de 30 años de funcionamiento, han sido una constante fuente de problemas. A pesar de las promesas de inversión y renovación, los incidentes persisten.

Pero las escaleras no son el único problema. El Metro ha sido testigo de una serie de accidentes graves, algunos con consecuencias fatales. El 7 de enero, dos trenes de la Línea 3 colisionaron entre las estaciones de La Raza y Potrero, dejando un saldo de una persona fallecida y 59 heridas. Incendios, cortocircuitos y otros problemas técnicos –que ocasionan retrasos de hasta 20 o 30 minutos entre corrida y corrida–, han sido reportados en diversas estaciones, como Politécnico de la Línea 5 y Guerrero, Centro Médico y Balderas, de la Línea 3, por sólo citar algunas–, causando evacuaciones masivas y pánico entre los usuarios.

Estos incidentes no solo reflejan la falta de mantenimiento, sino también una gestión inadecuada y una falta de responsabilidad por parte de las autoridades. La supuesta izquierda, que se jacta de haber gobernado la Ciudad de México durante más de tres décadas –incluyendo la administración que encabezó el hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, desde el 5 de diciembre de 2000 hasta el 29 de julio de 2005–, no puede ignorar estos graves hechos ni echarles la culpa a los gobiernos “neoliberales” del pasado. Durante todo este tiempo, el Metro ha sido testigo de un deterioro constante, a pesar de ser uno de los medios de transporte más utilizados en la capital.

Volviendo al más reciente accidente, provocado por el mal funcionamiento las escaleras eléctricas, la inversión prometida de 270 millones de pesos para renovarlas, es solo una gota en el océano de necesidades que enfrenta el sistema. Las autoridades han intentado desviar la responsabilidad hacia los usuarios, culpándolos de malos hábitos como correr, brincar o arrojar basura en las escaleras. Sin embargo, la realidad es que la falta de mantenimiento y atención, es el verdadero culpable.

Baste recordar que la tragedia más grande en la historia reciente del Metro fue el colapso de una estructura en la Línea 12, la "línea dorada", que tuvo lugar el 3 de mayo de 2021 y es un doloroso recordatorio de las consecuencias de la negligencia y la falta de supervisión adecuada en infraestructuras vitales. Esa noche, un paso elevado en la alcaldía de Tláhuac que sostenía la Línea 12 del Metro se desplomó debajo del tren que lo recorría, provocando la muerte de al menos 25 personas y dejando otras 70 heridas, algunas de extrema gravedad.

Marcelo Ebrard –jefe de Gobierno de 2006 a 2012–, fue el principal promotor de la Línea 12. Bajo su administración, fue establecida y puesta en funcionamiento. Sin embargo, las críticas han señalado que su construcción se llevó a cabo sin la debida supervisión profesional y de calidad, lo que eventualmente llevó a la tragedia. La magnitud del accidente y las vidas perdidas han llevado a muchos a cuestionar la responsabilidad directa de Ebrard y otros funcionarios en la falta de garantías de seguridad en esta infraestructura. Y a pesar de la gravedad del accidente, hasta el momento, la justicia parece ser esquiva. Si bien la Fiscalía General de Justicia de la CDMX ha solicitado 52 años de cárcel para los 10 imputados, aún no hay un veredicto definitivo que determine las responsabilidades y sanciones correspondientes.

Además de los problemas técnicos, el Metro ha visto un aumento en los suicidios, animales atrapados en las vías, conatos de peleas y supuestos “atentados” que motivaron a Claudia Sheinbaum –entonces jefa de Gobierno y hoy aspirante de Morena a la Presidencia–, a solicitar la presencia de la Guardia Nacional para vigilarlo, debido a incidentes "intencionales", lo cual fue sólo una medida paliativa con fines distractores, que no abordó el problema de raíz. Es evidente que el Metro necesita una revisión y renovación completa, no solo en infraestructura sino también en gestión y supervisión.

El domingo pasado las autoridades reabrieron 11 de las 20 estaciones de la Línea 1 del Metro que estuvo cerrada más de un año y ese mismo día la estación Moctezuma presentó llamas en la vía originadas por la presencia de un objeto metálico, lo que provocó temor entre los usuarios.

La confianza en el Metro se ha erosionado con cada nuevo incidente. Restaurar esa confianza debe ser una prioridad para las autoridades. La seguridad y el bienestar de los usuarios deben estar por encima de cualquier consideración política o económica; no son simplemente números o estadísticas, son ciudadanos que merecen respeto y seguridad. Tampoco la solución a la crisis del Metro es simplemente arrojar dinero al problema, sino adoptar un enfoque integral que aborde todas sus facetas.

Es hora de que las autoridades de la Ciudad de México asuman su responsabilidad y tomen medidas concretas para resolver esta crisis. Lo paradójico es que a pesar de los constantes incidentes, parece que las autoridades capitalinas, encabezadas por Martí Batrez, están más preocupadas por las luchas políticas internas, que en garantizar la seguridad de los usuarios del Metro.

Está muy claro que la Ciudad de México, una de las más grandes del mundo, merece un sistema de transporte a la altura de sus necesidades y expectativas y los usuarios merecen un servicio seguro, eficiente y confiable. No pueden seguir siendo víctimas de la desatención y la falta de responsabilidad. La inversión en infraestructura y mantenimiento es esencial, pero también lo es una gestión transparente y responsable, porque los capitalinos no pueden seguir viviendo con el temor de que su viaje diario en el Metro pueda ser su último.

Exdiputada federal, asesora de la AC Impulsa y colaboradora del STUNAM


No te pierdas la noticias más relevantes en instagram

Envíe un mensaje al numero 55 1140 9052 por WhatsApp con la palabra SUSCRIBIR para recibir las noticias más importantes.

/CR

Etiquetas


Notas Relacionadas
SALUD MENTAL Y TRABAJO Columnas
2024-10-09 - 01:00
CEO Dialogue y la nueva cara de México Columnas
2024-10-09 - 01:00
TIRADITOS Columnas
2024-10-08 - 07:51
LÍNEA 13. Columnas
2024-10-08 - 01:00
Una sesión histórica Columnas
2024-10-08 - 01:00
¿QUIÉN PROTEGE A JOHN WRIGTH? Columnas
2024-10-08 - 01:00
El beneficio de la duda Columnas
2024-10-08 - 01:00
EL PAQUETE ECONÓMICO 2025 Columnas
2024-10-08 - 01:00
Sociedad en vilo Columnas
2024-10-08 - 01:00
TIRADITOS Columnas
2024-10-07 - 06:55
El desperdicio sistemático de liderazgos Columnas
2024-10-07 - 01:00
+ -