Hay algo que es prácticamente insoslayable: la capacidad de gestión que ha preservado en la imagen del gobernador de Zacatecas, David Monreal.
A pesar de que hay situaciones complejas por el tema de la inseguridad producto de la lamentable administración del exgobernador Alejandro Tello, existe un concepto que hasta ahora es claro: alimentar al territorio fortaleciendo las instituciones del estado a través de un esquema de estrategias que trazan, por supuesto, las prioridades cuando se hace énfasis en la demanda colectiva.
Para resolver esas situaciones el gobierno que dirige David Monreal hizo, hasta hace poco, un llamado a las autoridades federales que encabeza el presidente López Obrador para atender, en lo inmediato, el reclamo social.
Con esa premisa, Andrés Manuel López Obrador atendió sin contratiempos el llamado consecutivo que efectuó el jefe del ejecutivo estatal, David Monreal. Así, el presidente escuchó los problemas de viva voz y, lo más importante, es que en la medida de que se desplace la política de rescate, se atenderán rubros que influyen directamente en beneficios para la población.
Hay que recordar que, el presidente, viajó con todo su gabinete. Dado que la problemática se agudizó tras los efectos colaterales del gobierno fallido de Alejandro Tello, la urgencia de atención era inminente.
Por ello lo que sigue es un esquema de atención primero, para salvaguardar la paz y la seguridad y, después, delegar funciones ante las circunstancias para extender los beneficios de los programas sociales que, sin lugar a dudas, serán fortalecidos como un instrumento no sólo para mejorar la calidad de vida, sino para incentivar el descenso de la inseguridad.
Además, el presidente reiteró todo su apoyo al territorio de Zacatecas. Quedó más que claro que, gracias a la intervención oportuna de David Monreal, se abrió la puerta de coordinación y organización que vale la pena seguir de cerca.
En consecuencia, vivimos momentos trascendentales que han destacado al sumar esfuerzos.
Y es que a raíz de la ingobernabilidad que vivió Zacatecas con su exgobernador, la cosa se fue agravando en varios puntos dónde, la sociedad, le tocaba vivir la peor parte. Por ello, David Monreal canalizó perfectamente la dimensión que presentó al inicio de la gestión; hay que decir que fue, en los hechos, una situación consciente.
El gobernador, como en muchos momentos, reconoció la etapa compleja, sin embargo, sin mayores dudas ha decidido encarar el asunto sabedor del trabajo que tiene que cultivar.
Debido al impacto que generó la visita del presidente, fue necesario hacer un balance.
En general, fue una buena decisión de David Monreal haber insistido. Eso habla del compromiso y responsabilidad de un actor que, durante décadas, ha mostrado su amor profundo por Zacatecas.
Jamás se ha rehusado a dar la cara por el territorio. Tomó los asuntos con sus propias manos y eso es, políticamente, un acierto que habla de coherencia entre el discurso y los hechos. A pesar de que el camino es largo, el gobernador David Monreal muestra capacidad y eficiencia y, un buen punto de comparación, es la ganas y el tiempo que imprime para subsanar el flagelo que heredó el sistema tradicional.