Epidemia por cocoliztli mató a 15 millones de mexicanos 

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En 1545, en la decadencia del imperio azteca, una epidemia llamada cocoliztli mató entre 12 y 15 millones de personas en lo que hoy es México, es decir, el 80 por ciento de los pobladores.

“Las fiebres fueron muy contagiosas, quemantes y se extendieron a todos ellos, siendo letales para casi todos. La sed era enorme; la lengua de los enfermos estaba seca y negra… el pulso era rápido, pequeño, muy débil y a veces nulo. El blanco de los ojos y todo el cuerpo se ponían amarillos”, fue la descripción y crónica de la epidemia del médico del emperador Felipe II, don Francisco Hernández.

El nombre de cocoliztli o cocoliscle se deriva del verbo “cocoa”, o “enfermarse, doler alguna parte del cuerpo”, fue acuñado por los titici o curanderos indígenas para referirse a “enfermedad, pestilencia o epidemia” de forma genérica, señala la investigadora e historiadora de la Universidad de Barcelona, Sandra Elena Guevara.

De acuerdo con diversos historiadores, el cocoliztli era una enfermedad que atacaba principalmente a los indígenas y que fue responsable de una tragedia demográfica que facilitó la conquista de los españoles.

Fray Bernardino de Sahagún, en una de sus crónicas, refirió aquella tragedia sanitaria en lo que hoy es la Ciudad de México y en especial en Tlatelolco, donde dijo “morían diariamente 10, 20, 30, 40 y hasta 80 gentes y de aquí en adelante no sé lo que será esta pestilencia” a causa de la “huey cocoliztli”, que se traduce como “gran epidemia” en náhuatl.

La epidemia de 1545, si bien se originó en la zona centro, afectó a estados como Michoacán, Nayarit, Sinaloa y Jalisco. Los valles altos de México, Tlaxcala y Cholula, pero también se extendió hasta Chiapas y Guatemala. El virus tuvo diferente duración. En Michoacán, por ejemplo, solo duró seis meses y en lo que hoy es Jalisco, tres años, refiera Sandra Elena Guevara en su investigación La construcción sociocultural del cocoliztli en la epidemia de 1545 a 1548 en la Nueva España.

Un segundo brote de cocoliztli, entre 1576 y 1578, mató a la mitad del resto de la población.

En 1519, cuando Hernán Cortés arribó territorio mexicano, había entre 15 y 30 millones de indígenas. En 1578, quedaban solo 2 millones.

Por siglos se atribuyó la importación de esta epidemia a los conquistadores españoles, que trajeron diversas enfermedades al territorio de lo que hoy es México. Sin embargo, en 2018 se difundió el trabajo de los investigadores del Instituto Max Planck que reveló que no se trató de la viruela, el sarampión, las paperas y la gripe, sino fiebre entérica o tifoidea.

El estudio, publicado en la revista científica Nature Ecology & Evolution, expone que en la zona de Teposcolula-Yucundaa, en el actual estado de Oaxaca, se encontraron restos arqueológicos y de 29 humanos, a los que les extrajeron el ADN de sus dientes. Descubrieron que en 10 de ellos había restos de una subespecie de salmonella entérica, llamada Salmonella entérica Paratyphi C.

Dichas bacterias causan fiebres, deshidratación y complicaciones gastrointestinales. Su forma de dispersión suele ser la ruta fecal-oral, vía agua o comida contaminada. Sin embargo, investigadores mexicanos, como Adolfo Martínez Palomo, parasitólogo, académico e investigador del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav), cuestionan que esa sea la causa del cocoliztli que causó millones de muertes.

Argumentó que ninguna de estas hipótesis coincide con toda la sintomatología propuesta en el Códice en Cruz, el Códice Aubin y el Códice Telleriano Remensis, que reportaron que entre otras sintomatologías, los infectados presentaban sangrado extremo.

“No hay duda que estas personas cuyos restos fueron analizados tuvieron paratifoidea, pero quizá otro tipo de infección, todavía desconocida, afectó a millones de mexicanos”, concluyó el investigador mexicano.