Columnas
La asociación civil Caminantes de Agua, conformada por habitantes de San Miguel de Allende, Guanajuato (dedicada de hace unos años al monitoreo de calidad del agua potable) denunciaron desde el año 2022 niveles altos de contenido de flúor y de arsénico en el agua “potable” en una toma de agua de la colonia Independencia, zona habitacional ubicada a unos dos kilómetros del Centro Histórico. De acuerdo con algunos análisis fisicoquímicos del agua que sale de una toma domiciliaria en apariencia es cristalina y a simple vista no se aprecia contaminación alguna. Los resultados encontrados en sus análisis fisicoquímicos arrojan cifras alarmantes: 2.75 mg/litro de Flúor (fluroruro) y 28.7 mg/litro de Arsénico. La norma oficial mexicana de agua potable que nos deben entregar todos los organismos municipales de agua potable y alcantarillado es la NOM-127-SSA1-1994 y en su tabla número 3 menciona que en el caso del flúor el límite máximo permisible (LMP) es de 1.50 mg/litro y del Arsénico a partir del año 2005 es de 0.025 mg/litro, lo que nos revela que en el caso de flúor el agua “potable” de San Miguel de Allende está un 80 % arriba del LMP pero en el caso del Arsénico esta 1,148 veces por encima de su límite máximo permisible. Lo que resulta inconcebible e inaceptable
A pesar de sus denuncias los miembros de esta asociación no han tenido eco en las autoridades municipales. Este problema es responsabilidad exclusiva del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de San Miguel de Allende (SAPASMA). Actualmente gobierna este municipio el presidente municipal Mauricio Trejo Pureco. Es urgente que el cabildo y todos ellos actúen rápidamente para evitar que la población siga corriendo estos graves riesgos a la salud. Toda vez que San Miguel de Allende, Guanajuato ha sido declarada como la ciudad turística más importante de nuestro país y es un destino internacional que recibe mucho turismo nacional y extranjero que trae muchas divisas y trabajo a nuestro país. También se detectaron problemas en 2018 por arsénico en colonias como La Paz y el Nigromante, camino a Dolores Hidalgo.
Existen soluciones tecnológicas en México para tratar estas aguas eliminando estos metales pesados que generan muchas enfermedades como fluorosis dental y ósea, afectaciones renales. También afectan el sistema cognitivo y de aprendizaje de niños además de cáncer e irritaciones a la piel.
*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores