No quisiera verme anticlimático pues, aunque tengo un titipuchal de información sobre el sector de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y su relación con el gobierno federal, hago una pausa para que hablemos brevemente de cómo podemos seguir nuestra vida lo más normal posible, y sobre todo sin desatender nuestras obligaciones laborales, escolares o familiares en medio de esta contingencia sanitaria provocada por el Covid-19.
Mucho se ha hablado de trabajar haciendo home office pero dudo que la mayoría de las empresas del país estén preparadas para este tipo de modalidad pues no solo se trata de prender la computadora desde casa y estar disponible, sino que implica toda una metodología corporativa que incluye horarios, tipos de comunicación, sitio de trabajo y hasta velocidad de internet.
De acuerdo con el estudio de la Asociación Mexicana de la Industria de Tecnologías de Información (Amiti) titulado “Teletrabajo en la Ciudad de México”, publicado en noviembre de 2018, el “73% de sus socios ya llevan a cabo alguna práctica de teletrabajo, aunque la mayor parte de ellos lo aplica con un pequeño porcentaje de sus colaboradores y en un esquema de teletrabajo suplementario”.
Es claro que no estamos preparados para el hacer teletrabajo pues no contamos con la filosofía empresarial necesaria para trabajar estando en cualquier otro sitio. Por eso, aunque mucha gente se escandaliza por que el gobierno federal aun no ordena la peligrosa cuarentena que paralice las actividades económicas del país; nadie se escandaliza porque las empresas de telecomunicaciones no ofrecen descuentos o mayor capacidad (aunque sea durante el periodo de la crisis); ni protestan porque las empresas no saben cómo hacer teletrabajo u home office. ¿Alguien ha pensado en los changarros o en las personas que viven de la venta directa?
Si ya estamos en la dinámica de un home office improvisado, usemos las opciones de comunicación remota gratuitas como FaceTime, Hangouts, Messenger, Skype, WhatsApp o Zoom, si es que no tienes herramientas corporativas como Webex de Cisco. Para los chamacos que deben seguir estudiando, las escuelas ya deberían utilizar las herramientas de colaboración gratuitas como el Classroom de Google o pensar en algunas plataformas de pago como KNotion (Cinepolis), UNOi (Santillana) ASC, Savia, o Potencia Educativa. Como ves, hay opciones, pero hay que entrarle ya.
Érase una vez…
Un reino en el mundo de las TICs que vivía muy feliz durante el tiempo de los Ogros del Prianato hasta que una tormenta guinda vino sacudir todos sus logros alcanzados. Entre los sobrevivientes quedo un par de ogrillos que no han entendido la cuarta temporada de la historia (4T) y quieren seguir devorando todo a su antojo provocando un eventual asedio al reino cuya reputación no es muy favorable. Continuará…