Claudia Bolaños
La iniciativa del Presidente, creo que lejos de verla como una amenaza, debe verse como una oportunidad para ofrecerle al país un nuevo marco jurídico, que diga qué hacer con el Parlamento Abierto a través del cuál se analiza dicha iniciativa.
Dijo que se debe analizar cómo hacer esos ajustes respetando el orden constitucional, respetando la división de poderes, sin que la Cámara de Diputados vea vulnerada su facultad exclusiva de decidir el destino de los recursos públicos en México.
“Yo creo que ése es el reto que tenemos enfrente para legislar, hay muchas voces, ha habido un debate importante en la materia; creo que hay que, más allá de la estridencia, hay que sentarnos a revisar el asunto con mucha responsabilidad y aceptar que en México pues tenemos un marco legislativo con una enorme flexibilidad, puede ser de los más flexibles del mundo a la hora del ejercicio del presupuesto, prácticamente no hay límites a las reasignaciones que puede hacer el Ejecutivo e informar nada más a la Cámara de Diputados”.
Uno de los ponentes, el jurista Diego Valádes Río dijo que en la iniciativa se deben aclarar conceptos para poder sortearla, como definir lo que es una emergencia, ayuda en bien de la comunidad -ya que todo el presupuesto lo es- y usar los recursos para situaciones no previstas, que generan la misma situación pero no lo que ya está considerado, como lo serían las pensiones de bienestar social.