Trabajar por la Transformación de México es tener entre nuestros objetivos un país con bienestar e igualdad entre hombres y mujeres, inclusión, equidad, no discriminación, así como el derecho de las mujeres a tener una vida digna y el desarrollo pleno de sus capacidades. La igualdad se debe ejercer en todos los niveles en donde participamos, desde el entorno familiar, social y hasta en el gabinete presidencial. Un eje transversal del Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024, es la perspectiva de género, a fin de lograr un verdadero cambio cultural en el país a través de acciones, programas y políticas públicas.
Impulsar y fortalecer estos cambios no es tarea fácil debido a las barreras culturales que desde antaño crean grandes desventajas a las mujeres, sin embargo, vamos ganando terreno cada día gracias al talento de las mujeres que contribuyen con creatividad e innovación para la implementación de acciones que promueven la igualdad sustantiva. El respeto a los derechos humanos de las mujeres significa comprometerse a promover en todo momento los principios de igualdad y no discriminación, como parte del trabajo de la 4T.
Las mujeres tenemos derecho a una vida digna, a que se reconozcan nuestras capacidades, a la igualdad laboral, a desempeñar cargos ejecutivos, a ser incluidas en los espacios políticos y de decisión pública. Nuestra participación enriquece la toma de decisiones, pues aporta nuevas ideas y distintas perspectivas. Las mujeres, igual que los hombres, somos capaces de desempeñar actividades laborales, educativas, culturales, creativas, y mucho más.
Todas las acciones que se promuevan con el fin de lograr nuevas actitudes son herramientas que contribuyen a que las mujeres puedan ejercer sus derechos. Son acciones para un cambio profundo y verdadero en la cultura, en la sociedad y en la aplicación de la justicia. Es necesario que todas puedan tener acceso a nuevas oportunidades laborales, culturales o educativas a las que tienen derecho, pero no lo hacen debido a la injusta discriminación que se nos ha impuesto durante siglos en nuestro país, con los roles tradicionales de género. Debemos sumar esfuerzos para construir una sociedad en la que vivir con dignidad sea un derecho para todas las mujeres.
Corregir la desigualdad histórica y un pleno bienestar para todas y todos podrá lograrse cuando se consiga una igualdad plena, pues la igualdad entre hombres y mujeres no es sólo por justicia, sino una necesidad para el desarrollo social y económico del país.
En el marco de la Cuarta Transformación, se promueven acciones que colocan al centro de las políticas públicas las necesidades de mujeres y niñas. Es por eso que la perspectiva de género está presente tanto en las normas y leyes, en los instrumentos de planeación; así como, en la formación y en la voluntad política que además de lograr sólidos avances, nos llevará a consolidar una política integral para promover una vida digna para las mujeres.