Diego. A. Guerrero García.
El funcionamiento de todo Estado se encuentra necesariamente ligado al quehacer de la economía global, por ello, al momento de entender su operación, resulta indispensable tener en cuenta que gran parte de su articulación se asienta sobre la disposición de una hacienda pública que brinde los servicios a la población en general.
Dentro de este margen, la elusión fiscal, entendida como el aprovechamiento de los resquicios legales por parte de los contribuyentes, dentro de los límites permitidos por la normatividad, así como su impacto en la economía global toma un papel sustancial.
Resulta fundamental establecer la diferencia existente entre este concepto y la evasión, ya que, ésta última supone un ilícito que lleva aparejada una serie de consecuencias jurídicas. No obstante, ambas figuras son utilizadas porque suponen beneficios para aquellas empresas que buscan establecer el desenvolvimiento de sus actividades en Estados cuyos régimenes fiscales son más laxos, lo que en la mayoría de los casos se traduce en la pronunciación cada vez más marcada de la brecha existente entre clases sociales, acrecentando la inequidad económica global.
La complejidad del sistema fiscal y su escasa regulación sigue permitiendo que los ingresos y la riqueza abandonen los países de origen, librando impuestos y burlando las autoridades tributarias. Esto explica que, los cambios en materia fiscal se hayan vuelto más dinámicos, incentivando a las grandes corporaciones a cambiar sus esquemas contables, a erosionar las bases imponibles y a desplazar las utilidades a lugares de baja tributación, mejor conocidos como paraísos fiscales.
Todo lo anterior plantea una serie de retos para el derecho, por lo que organismos como la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), se han dado a la tarea de buscar formas y mecanismos que permitan la regulación de la actividad comercial. Como parte de estas acciones, uno de los resultados fue el Instrumento Multilateral (MLI) para la prevención de la erosión de la base imponible y traslado de beneficios (BEPS), y cuya aplicación en México busca fomentar y favorecer a la regulación fiscal.
Los objetivos establecidos a comienzos del año tuvieron que enfrentarse a la adversidad del escenario que vivimos hoy en día, no obstante, retomar lo planteado y contemplar con mayor amplitud aspectos como la regulación de los servicios digitales, el combate a los sistemas híbridos, el establecimiento de límites a las deducciones, etc, tendrán que reformularse para fortalecer la posible creación de mecanismos y el fortalecimento de la legislación existente con el fin de crear límites a la práctica de la elusión, buscando en todo momento un estado de bienestar que salvaguarde la protección y garantice el ejercicio de los derechos humanos.
Los invito a seguir la conversación el día de hoy en Radio UNAM 96.1 FM, donde tendré el gusto de que me acompañe en la conducción Elias Hurtado y como invitados, Gerardo Castañón y Melissa Martínez. .