Un grupo de jóvenes enfiestados se topan con una aplicación para celulares que consisten en predecir el día y la hora de la muerte de quien la descargue, lo cual provoca risas y sarcasmo excepto a una chica a la cual su contador le vaticina solo tres horas más de vida. Al salir de la fiesta con su novio ebrio, decide irse caminado a casa por seguridad. De nada sirve puesto que más tarde, en casa encontrara su muerte. El novio ebrio choca, pero no muere y descubre que si su novia hubiese subido con él al auto ella estaría muerta; el asiento del copiloto queda destrozado.
El chico es atendido en el hospital por la enfermera Quiin (Elizabeth Lail), quién descubre la aplicación y sin motivo la descarga. Su escepticismo se convierte en terror cuando su paciente muere de extraña forma cuando lo señalaba el contador de su aplicación. Al intentar eliminar la aplicación le resulta imposible y su contador tan solo le marca unos días más de vida, lo cual da inicio a una carrera contrarreloj para detener su fatídico destino.
Quiero suponer que con estos dos párrafos usted ya debería estar seguro de que esta no es opción para perder su tiempo y dinero. Por si aún le quedan dudas esperando el típico: “bueno es cine para entretener”, déjeme decirle directamente que no es ni medianamente entretenida. Su hora y media de duración -con escena post créditos incluida- se vuelve eterna e insufrible, y aunque ha sido comparada con El aro (2002) esta no llega ni siquiera a ese nivel y queda más en comparativa con Miedo.com (2002) y eso no es ningún halago para el novato director Justin Decc.
Uno de los problemas del filme – uno más- es la justificación puesto que resulta que quien está detrás de todo esto es el mismísimo demonio. Y el sacerdote que ayuda a la protagonista es menos ortodoxo que el Papa, que parece más un paranoico de las conspiraciones, que fuma mariguana y come ostias como si fueran papas fritas.
Por si no fuera suficiente, un vendedor de celulares común y corriente resulta ser un hacker con conocimientos de latín y el cual descubrirá que el verdadero problema es que nadie lee los términos y condiciones de ninguna aplicación. Es decir: infumable por donde la queramos ver.
Si usted espera tener un poco de muerte y sangre siento decepcionarlo pues tampoco hay. En el filme hay apenas cinco muertes, y debido a que es para mayores de trece años, no espere tampoco muertes gráficas o entretenidas tipo Destino final o Feliz día de tu muerte ni la sub-trama MeToo que agrega la salva, puesto que parce más burla que otra cosa. Aléjese de ella que mata pero del aburrimiento.