Por Onel Ortíz Fragoso
@onelortiz
9 de abril de 2021
El viernes 9 de abril, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) revocó y corrigió las resoluciones del Instituto Nacional Electoral (INE) de las candidaturas a gobernador de Raúl Morón y Félix Salgado Macedonio; así como de las candidaturas de Amílcar Sandoval, Luis Walton, entre otros candidatos y candidatas de Morena a la Cámara de Diputados. De todo se aprende, por tanto: ¿Qué lecciones dejan estas sentencias del Tribunal?
La primera lección es para el INE, el cual debe ser más acucioso al emitir sus resoluciones. Porque más allá de las funciones constitucionales y legales que cada autoridad, Instituto y Tribunal, ejercen, este último no puede pasarse la vida corrigiendo las resoluciones del primero. Es verdad que el INE está inmerso en una polémica con Morena y con el Propio Presidente de la República, pero eso no puede afectar su juicio al emitir sus resoluciones. Como institución tiene todo el derecho de fijar su posición y los consejeros a expresar sus puntos de vista, incluida la de polemizar con el Presidente, pero como parte de una autoridad colegiada no pueden ganarles las querellas personales en sus decisiones como autoridad. El INE debe ser objetivo y riguroso en la aplicación de la ley.
La segunda lección es para Morena y su dirección nacional. Para nadie es un secreto que la vida interna de ese partido es caótica. Pero en medio de ese complicado contexto, la dirección nacional morenista debe ser capaz de dar certeza jurídica a sus decisiones y a sus candidatos. Las campañas electorales aún son jóvenes, falta mucho para que las y los triunfadores protesten sus cargos y el camino esta lleno de obstáculos políticos y jurídicos. Sería conveniente que Morena dejara atrás el voluntarismo y robusteciera su equipo jurídico. No es un partido de oposición, sino la fuerza política en el gobierno.
La tercera lección es para los candidatos. Estoy seguro que a partir de este momento, Raúl Morón, las candidatas y candidatos que la libraron de inmediato fortalecieron sus representaciones legales. No dejarán que el partido desempeñe solo esta tarea. Lo más importante, los candidatos de todos los partidos deben cumplir con la ley en todas las etapas del proceso electoral. Probablemente, varias de las reglas sean exageradas, pero son la ley y deben cumplirse.
Estas sentencias son apenas el inicio de una larga e intensa temporada de litigios electorales. Hay polémica respecto a la imparcialidad del Tribunal y a las presiones de que éste es objeto. Los magistrados en lo individual pueden ser vulnerables, el Tribunal como autoridad, no. Sin duda una de las tareas del Estado mexicano es fortalecerlo en el corto y mediano plazo, para que haya una mejor justicia electoral.