La pandemia Covid-19 se mantiene activa y, en varios países, aún en ascenso frente a la acelerada carrera por la vacunación en el mundo.
Un escenario indeseable es que a esta situación de emergencia sanitaria -que ya provoca estragos económicos- se pueda sumar una crisis alimentaria que pondría en mayor riesgo el bienestar humano.
Con el propósito de revisar este tema, la semana pasada se llevó a cabo de manera virtual la 13 Conferencia de Ministros de Agricultura de Berlín, en el marco del Foro Global de Alimentación y Agricultura 2021, en el que tomaron parte titulares del ramo y representantes de 75 países y 13 organismos internacionales.
Se aprobó y adoptó el comunicado "¿Cómo alimentar al mundo en tiempos de pandemias y cambio climático?", en el que se reconoce que las y los responsables en el ámbito político desempeñan un papel principal en la creación de entornos normativos favorables.
El documento consiga que la responsabilidad no recae únicamente sobre ellos, sino que es necesario un amplio compromiso social para aproximarnos al objetivo de alimentar el mundo en tiempos de pandemias y cambio climático.
Los firmantes se pronunciaron por fomentar las innovaciones tecnológicas, organizativas, sociales y empresariales, así como la transferencia de tecnología para mejorar la productividad y la sostenibilidad en el sector agroalimentario, reforzando en particular las redes de cooperación para la investigación y la innovación e iniciativas internacionales.
Participante por México en este encuentro internacional, el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos, ha referido en foros como este que en nuestro país se tomaron medidas de manera oportuna e interinstitucional justamente para mantener garantizado el abasto de alimentos, así como el funcionamiento de las cadenas de producción y suministro.
Fue a finales de marzo del año pasado que la Secretaría de Agricultura dio a conocer una serie de lineamientos en este sentido, entre lo que destaca la instrucción del presidente Andrés Manuel López Obrador de adelantar la entrega de recursos a los beneficiarios de programas prioritarios, como lo son Producción para el Bienestar, Precios de Garantía para Granos Básicos y Leche Fresca, Fertilizantes para el Bienestar y Bienpesca, todo lo cual sumó, en 2020, más de 20 mil millones de pesos, recursos que sirvieron para que pequeños y medianos productores mantuvieran su ritmo de trabajo.
Un factor fundamental ha sido también el trabajo del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, al facilitar la tramitación administrativa que permite agilizar la movilización de mercancías, así como los procesos de importación y exportación de alimentos. Esto representa un buen ejemplo de cómo un bien público se pone al servicio de los productores y las cadenas agroalimentarias, con beneficios que se extienden hasta los consumidores de México y el mundo.