No cabe duda de que el mercado inmobiliario incluida la vivienda es de los más resilientes a la pandemia, además innovador e ingenioso busca cómo sí producir, cómo sí vender, cómo sí hacer negocio.
Este fue un grito al unísono que surgió allí en el Foro Universitario de Vivienda 2020 organizado virtual por la pandemia por Grupo En Concreto y la Facultad de Arquitectura de la UNAM y es que lo que se evidenció es que falta sumar esfuerzos rumbo a la justicia social, a esquemas de crédito para los llamados no afiliados (sin IMSS ni Fovissste) y otras fórmula de producción de vivienda social, más allá de la autoconstrucción que está promoviendo el gobierno federal.
Representantes de organismos de vivienda y del sector privado coincidieron en que se debe trabajar unidos con los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal. Esto se dice breve, pero en cientos de años no se ha logrado hacer.
También existe un serio llamado a elevar la política de desarrollo urbano a rango Constitucional para que deje de cambiar en cada sexenio y según el color del partido gobernante. El territorio es el mismo; de hecho el espacio disponible cada vez es menor y los servicios obligatorios cada vez es más difícil dotarlos. Esto es que la tendencia de escasez de recursos naturales es ampliamente conocida, por lo que sí se pueden establecer –es urgente imponer- políticas, formas de administración y regulación que eviten la extinción de estos recursos; el sobre encarecimiento de la tierra y una forma de construir constante y precavida.
Los gobiernos pueden cambiar, pero no por ello aumenta la cantidad de terreno para construir. Hay que reconocer que los recursos naturales y los servicios básicos (agua, luz, drenaje, basura movilidad) escasean por lo que se debe planear a largo, muy largo plazo para tratar de recomponer el daño hecho al país promoviendo de una forma y luego de otra, la constante irregularidad en el diseño urbano de las ciudades y la ausencia de planeación en zonas rurales.
Por otra parte, fue relevante la voluntad que mostraron los representantes de los diferentes bancos por escuchar y atender a sus clientes. Aunque es un tema que amerita seguimiento, allí en el Foro Universitario de Vivienda 2020 se afirmó que la “Banca hipotecaria tiene gasolina para 2021”; aunque debe atender a la economía mixta y la digitalización, entre otros retos. Yo agregaría el seguimiento específico a las reestructuras para los clientes que no recuperaron ni su empleo ni el 100% de su salario y que deben acercarse y encontrar soluciones mediante la reestructura en su banco. Este es un derecho y veremos si se cumple o no.
Por cierto
La semana pasada trascendió que la diputada de Morena en el Congreso capitalino Paula Soto presentó una iniciativa para prohibir las preventas de apartamentos en la capital. Acusó que esto se propone reducir la oferta y encarecer las propiedades que salgan a la venta…
Pregunta
¿Cómo te va de #BuenFin ?
¡Hasta la próxima semana!
mariel@grupoenconcreto.com