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El Gran Premio de México es el más elevado del campeonato a 2,285 metros sobre el nivel del mar; con esa altura hay menos oxígeno para los pilotos, mayor exigencia para motores, llantas y frenos por la densidad del aire y hasta 40 grados dentro de monoplazas al borde del colapso.
Correr en el Autódromo Hermanos Rodríguez es desafiante, en especial por todo lo que los bólidos deben atravesar en busca de la bandera a cuadros y este próximo 27 de octubre esta pista llegará a 25 carreras desde su primera edición en 1962.
Los fieles seguidores de la Fórmula 1 en México están listos para ver a Sergio "Checo" Pérez en busca de su tercer podio en nuestro país después de las ediciones de 2021 y 2022, donde en ambas logró el tercer lugar.
Los pilotos del Gran Premio de México no solo compiten entre ellos, pues tienen un rival invisible y peligroso, ese que provoca mayor desgaste en las llantas, frenos con sobrecalentamiento y motores a punto de reventar, se trata del aire que circula a una altura de 2,285 metros sobre el nivel del mar.
Y es que, a mayor altura, el aire pierde densidad (un 25%) y presión, lo que genera que el piloto tenga que esforzarse más para respirar, pues jala menos oxígeno, lo que los obliga a brindar una mayor exigencia física para compensar.
Los monoplazas también son llevados al límite, pues la altura también reduce la capacidad de enfriamiento del aire, por lo que es más difícil mantener la durabilidad de los frenos, un motor templado, una caja de cambios sin sobrecalentamiento y otros sistemas que sufren por la falta de refrigeración habitual.
En cuestiones aerodinámicas también hay afectaciones, esto debido a que se genera menos carga, lo que explica por qué en México los autos pueden alcanzar velocidades de más de 350 km/h a pesar de ir con configuraciones de pista lenta como sucede en Mónaco.
Un ejemplo claro es que el Autódromo Hermanos Rodríguez registra la mayor velocidad alcanzada por un bólido de Fórmula 1 en la historia, cuando en 2016, Valtteri Bottas alcanzó los 372.5 km/h arriba de su Williams.
OLOR A LLANTA QUEMADA
Los neumáticos son otro boleto, ya que la falta de carga que se deriva de la parte aerodinámica antes mencionada, ataca directamente el agarre, pues se tiene menos adherencia y son sometidas a mayor estrés y se calientan muy rápido.
Prueba de ello es que el área de pits en el México GP, se caracteriza por un fuerte olor a llanta quemada, ya que, si hablamos de un promedio de 26 grados en el ambiente, en la pista los pilotos pueden percibir más de 40 grados y el auto hasta 50, un mini infierno móvil.
"CHECO" QUIERE TERCER PODIO
El Gran Premio de México se realizará del 25 al 27 de octubre, cerca del Día de Muertos. Han llegado a tierra azteca los dos mil litros de combustible, 140 litros de aceite para motor, 40 litros de aceite de transmisión y 90 litros de anticongelante, que se mueven cada fin de semana en la Fórmula 1.
Estas son las razones que hacen del México GP una sede única y desafiante, en donde "Checo" Pérez de la escudería Red Bull, buscará sacarse la espina del año pasado y subir por tercera ocasión al podio en un ardiente y muy elevado Autódromo Hermanos Rodríguez que guarda a un rival invisible para monoplazas y pilotos.