Por razones familiares realicé un viaje a Midland, Michigan en el año 2001 y tuve la suerte de visitar este impresionante complejo industrial químico de una de las empresas más importantes a nivel global en la fabricación de productos químicos. Ubicado en 1790 Building, Washington Street y su confinamiento de residuos peligrosos ubicado en 2314 West Salzburg Road en Midland, Michigan en los Estados Unidos de América, en una extensión de 830 hectáreas por donde cruza un río, en medio de un bosque que lo esconde adecuadamente de nuestra vista. Allí se fabrican decenas de sustancias químicas en un sinnúmero de reactores, columnas de destilación, separadores, tanques y silos de almacenamiento, calderas, condensadores, recuperadores de calor térmico, unidades de oxidación y depuradores.
El confinamiento de residuos peligrosos, una planta de tratamientos de aguas residuales, un incinerador de residuos y decenas de plantas químicas tienen autorizaciones del Departamento de Medio Ambiente, Grandes Lagos y Energía de Michigan (EGLE), División de Manejo de Materiales (MMD).
Gracias a la recomendación de Wayne Conklin, empleado jubilado de Dow Chemical pude visitar durante casi tres horas este importante complejo industrial. No me permitieron ingresar mi cámara fotográfica ni mi teléfono celular y un excelente anfitrión (de origen mexicano) me guio en el recorrido que hicimos en un vehículo especialmente asignado para mi visita.
Recuerdo especialmente mi sorpresa en ese momento al ver operar una planta de tratamiento de aguas residuales que toma aguas arriba el caudal de agua del río, la tratan y la usan en sus operaciones industriales, la vuelven a tratar para descargarlas aguas abajo con una mejor calidad que como la recibieron. El confinamiento de residuos peligrosos ubicado a solo 80 metros del río, cuenta con sensores y cámaras conectadas directamente a la EPA (Environmental Protection Agency) que monitorean en tiempo real su operación cumpliendo estándares más altos que los nuestros.
El enorme incinerador parecía estar fuera de operación, pero no. Estaba operando a su máxima capacidad, todo ello porque no se apreciaba ninguna emisión al ambiente saliendo por su chimenea. Pero lo más importante que pude ver a unos 600 m de distancia fue una planta nucleoeléctrica (con silos color gris) que estaba fuera de operación, gracias a la campaña difamatoria en su contra que realizara Greenpeace en los 70s, en favor de los intereses de las petroleras norteamericanas.
*Carlos Alvarez Flores, Presidente de México, Comunicación y Ambiente, A.C.
Experto en Gestión de Residuos y Cambio Climático
www.carlosalvarezflores.com y Twitter @calvarezflores