Mínima relación entre homicidios de candidatos y actos delictivos: Etellekt

Claudia Bolaños

Hechos como el de la matanza de 17 personas en Michoacán, registrado la semana pasada, tienen poca correlación con los crímenes contra precandidatos y candidatos electorales. Es decir, la delincuencia organizada no es quien los asesinaría, sino los propios integrantes de los partidos políticos.

Así lo considera la consultora Etellekt, quien indica que la correlación entre ambos fenómenos es muy baja.

La consultora dijo que, el señalar al narco como los responsables, no es exacto y que hay indicios que apuntan más bien a móviles políticos.

Sobre todo, porque la mayoría de las víctimas son opositoras a gobiernos estatales, y ven posibilidad de que respondan más a hechos relacionados con diferencias de tipo político.

En un informe de 2018, se indica que el factor que propició este recrudecimiento de la violencia en ese año con menor actividad electoral, fue el aumento de la variable de amenazas e intimidaciones (en especial amenazas de muerte y casos de violencia política de género), dirigidas a funcionarias y funcionarios, así como representantes electas y electos que tomaron recientemente posesión de sus cargos, la cual ascendió 192%.

En contraste, la violencia letal retrocedió 36% al presentarse 24 homicidios dolosos de políticos, de los cuales, 5 eran funcionarios electos.

Añade, que el problema continuó concentrándose en el ámbito municipal, pues el 73% de las agresiones tuvieron como objetivo a personas de este nivel de gobierno, principalmente en la regiones centro y sur de la república.

Al analizar los datos relacionados con las características de quienes perpetran estos atentados, se observa un escenario de mayor polarización política: en 68 de las 180 agresiones documentadas (37% de total), fueron responsabilidad en su mayoría de miembros de partidos políticos, funcionarios electos e incluso funcionarios designados por jefes políticos, y de otras estructuras de poder, entre ellos empresarios, pobladores y sindicatos.

En total, 60 de los 180 presuntos responsables de esta violencia contra políticos son militantes de partidos. Además, de estos 60 miembros de fuerzas partidistas, 38 son funcionarios y/o representantes electos y 7 funcionarios designados, todos ellos en funciones.

El aumento de la violencia política responde, en la presente coyuntura, a un clima de conflictividad política, no sólo entre partidos gobernantes y opositores, sino también, al interior de las mismas fuerzas políticas vencedoras, donde caciques y poderes locales buscan revertir las alternancias; acotando, menoscabando u anulando los derechos político-electorales, tanto de adversarios como de correligionarios recién instalados en cargos de elección popular. Principalmente a través de la amenaza, la intimidación, el acoso, el abuso de poder y la discriminación de género.

Esta consultoría alista dar a conocer su informe de lo registrado durante el proceso electoral de 2021.

Respecto a este, se espera que no haya muchos ataques contra precandidatos y candidatos, pues a decir del director de Etelleckt, Rubén Salazar, los principales ataques se dan a aspirantes a cargos municipales, como ediles y regidores de zonas políticamente olvidadas o con crisis económicas o de seguridad por falta de policías.

Los homicidios no han escalado a ciudades con mayor importancia, por sus actividades, ni en contra de candidatos a cargos mayores, como gobernadores.