Columnas
Ante la derrota de los partidos de derecha, la ultraderecha aparece como tabla de salvación del naufragio de los conservadores, quienes quieren figurar e influir en la política mexicana a como dé lugar, a sangre y fuego si es preciso; sin embargo, no abandonan el terreno partidista para tener una trinchera legal, aunque no sea fuerte y se encaminan también hacia la legitimidad del sistema de partidos.
La ultraderecha intenta entrar por la puerta trasera a la política, a través del nombre de MURO, Movimiento Único Renovación Opositora, que no deja de asociarse con MURO, aquel movimiento rabiosamente anticomunista, de los años 60, llamado Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, que detenía, torturaba y desaparecía a jóvenes en nombre de la defensa de la religión católica y las buenas costumbres.
La maestra Elba Esther, a sus 80 años cumplidos, se muestra muy interesada en la preservación de una ultraderecha partidista que incida en el proceso político de México, con el Partido Nueva Alianza en 2005; en 2020, Redes Sociales Progresistas, y ahora el MURO, con siglas iguales a las del movimiento paramilitar y con una definición muy parecida, Movimiento Único de Renovación Opositora, encabezado por su yerno Fernando González Sánchez.
La primera asamblea de esta asociación, con miras de convertirse en partido político se llevó a cabo en el auditorio Salvador Díaz Mirón de Xalapa, en Veracruz, donde encabeza este nuevo intento Antonio Lagunes Toral.
En esa entidad la derecha en general, y principalmente el PAN, piensa renacer, ante su evidente agonía que le impuso la elección para renovar la gubernatura en 2024.
El Yunque grupo soterrado del panismo más radical, también busca convertirse en partido político a través del nombre México Republicano, encabezado por el ex gobernador panista de Guanajuato, Juan Manuel Oliva.
Debemos recordar que en el puerto de Veracruz tuvo gran auge un movimiento de ultraderecha organizado por Luis Pazos, quien ha escrito más libros de los que ha leído, y ultraderechista hasta el delirio. Bautizó a su movimiento GUIA, Guardia Unificadora Iberoamericana, porque su intención era llegar a otros países con la bandera del conservadurismo radical.
Pazos redobla su presencia en medios y asoma la cabeza donde menos se le espera. Algo busca, en tiempos de resurrección.
Veracruz se convertirá, en estas elecciones, en el campo de batalla de toda la corriente de pensamiento retrógrada, donde confluyen intereses de peligrosa procedencia donde el fascismo quiere ocupar el lugar de partido de derecha en franca decadencia.
Siempre la ultraderecha en México surge para detener el avance de un comunismo que sólo existe en su imaginación y en el que no pueden dejar de pensar y hablar, porque se quedarían sin su principal causa social, moral y política que le da vida.