Los líderes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) iniciaron este lunes una cumbre en Bruselas que marca el reencuentro con Estados Unidos, un aliado estratégico ante el cual los europeos siguen divididos.
Con esta cumbre "abrimos un nuevo capítulo" en la historia de la alianza militar, dijo al abrir los trabajos el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
El presidente estadounidense Joe Biden, por su parte, reiteró este lunes su intención de "revitalizar" la relación en el seno de la poderosa alianza militar, con el objetivo de superar las tensiones surgidas durante la gestión de su predecesor Donald Trump.
"Quiero ser muy claro: la OTAN es de una importancia capital para nuestros intereses y en sí misma", expresó el mandatario estadounidense, quien volvió a hacer referencia a una "obligación sagrada" de su país con la alianza.
El mandatario también advirtió que la OTAN enfrenta nuevos desafíos planteados por la presencia de Rusia y China.
"Hay un reconocimiento creciente en los últimos años de que tenemos nuevos desafíos. Tenemos a Rusia, que se comporta de modo diferente de lo que esperábamos, y tenemos a China", indicó.
En este sentido, Stoltenberg, dijo este mismo lunes que "no habrá una nueva guerra fría con China, pero debemos enfrentar los desafíos planteados por China a nuestra seguridad".
Washington mantiene al gigante asiático en el centro de sus preocupaciones, pero los europeos están más concentrados en la difícil relación con Rusia.
Con información de AFP
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