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Pacta sunt servanda…

Pacta sunt servanda…

Columnas martes 06 de agosto de 2024 -

Las elucubraciones a cerca de las consecuencias en nuestro país, si gana uno u otra candidata presidencial en Norteamérica, son sólo reverberaciones de la tensión que atraviesa a los que viven en ese país, sean naturales o no.


La economía regional manda. Estados Unidos exporta a nuestro país poco más del 15% de la totalidad de lo que factura al año, principalmente en petróleo refinado, gas licuado de petróleo (GasLP), y casi todo tipo de insumos para industria y manufactura.

A Canadá exporta casi el 16%, es decir, el T-MEC le representa un cuasi tercio de toda su producción exportadora. Este tratado no se toca, sólo se afina, y la justa económica entre los Estados Unidos y China refuerza el no tocar el T-MEC ni con el pétalo de un espinoso arancel fuera del pacto.

Norteamérica es el mayor productor de maíz en el mundo, así como de soja, y el tercer productor del precursor de azúcar y etanol para uso industrial: la remolacha azucarera. Después de las energías refinadas y los insumos para la industria, la agricultura es su mayor producto de exportación y es ahí donde trabajan nuestros coterráneos.

Sea el heredado millonario o la política temperada quien gobierne esa nación, no habrá mayores aspavientos para nuestro país. En todo caso, la relación con el gobierno de Norteamérica, por parte de la presidenta electa de México, dependerá más de la manera en que comprometa su administración con el control de la corrupción y el narcotráfico, y de hasta dónde quiera quedar bien con el predador del norte.

El más “temido” para nosotros es Donald Trump, sin embargo, los enemigos que a éste le preocupan están en su país, no en el nuestro. A quienes quiere ver morder el polvo son a políticos y personalidades de su país, no del nuestro.

Sus promesas de campaña de mayor relevancia en sus votantes versan desde la desmantelación del “estado profundo”, a saber, la estructura de funcionarios y empleados dentro del Estado que no permiten que nada cambié, aunque parezca que existe alternancia, incluyendo el FBI y el aparato de justicia; nosotros los mexicanos sabemos bien de esto.

Asimismo, amenaza con aumentar los aranceles de importación a su país, principalmente a países que sean desleales con los pactos comerciales; lo anterior tiene dedicatoria a China, jamás y en ningún producto será para nuestro país; en esta tierra se exportan partes de auto, motores, ordenadores, pantallas y un largo etcétera de manufactura para ser consumidos allá, dicho en otras palabras, aquí se producen y ensamblan sus marcas reconocidas, con mucho más barato salario a los empleados de aquí, de lo que pudiera ser en aquel país.

El tan preciado nearshoring comenzó en la década de los ochenta, ¿acaso no lo recuerdan? Llevamos décadas vistiendo nuestras marcas favoritas con manufactura de países emergentes como el nuestro; así ha ido pasando con autos, tecnología, accesorios para el hogar y mucho más. Trump quiere controlar el comercio con el BRIC, sólo él sabrá que tantos negocios tendrá entre manos, por cierto, en el 2025, Texas acortará sus gastos de venta de gas para con Asia, tomando un atajo por nuestro país, en Baja California con una inversión de dos mil millones de dólares, lo anterior, ya sea con Kamala o Trump, eso es baladí.

Por otro lado, su política exterior se centra en detener el flujo de dinero para asuntos de guerra, seguramente su principal círculo no participa en ese negocio ni se beneficia de esa diplomacia. Nada que ver con nosotros.

En lo doméstico, pretende que le aprueben una ley para que allá, exista el reconocimiento legal de dos sexos únicamente. Su ofensiva va contra el negocio de las hormonas para transición de género, terapias ex profeso, cirugías y lo que acompañe al tema, que por cierto respaldan las principales sociedades médicas como American Medical Association.

Tampoco tiene que ver con nosotros.
En cuanto a su política energética, pretende alargar el uso del petróleo, gas y carbón, y amenaza con abjurar del Acuerdo de París sobre cambio climático. México, sean eléctricos o a gasolina, seguirá siendo la manufactura de autos. Hasta en la educación ha hecho propuestas, para fortalecer la meritocracia docente; que los padres elijan a los directores; una sociedad conservadora o públicamente típica, y también capacitar a docentes para el uso de armas y así (también) protejan a los estudiantes.

Igualmente quiere hacer una especia de campos de concentración para indigentes, para ya no verlos en las calles, principalmente en las ciudades importantes. Y en cuanto a seguridad ciudadana, por supuesto propone un grado menor que el estado de sitio, sin importar las garantías individuales.
En todo caso, su amenaza de blindar la frontera es lo que más nos preocupa; más aún cuando vemos la deleznable política de inmigración para con nuestros hermanos suramericanos que se aplica en nuestro país.

Algo que hay que recordar con puntualidad, es el informe de la ONG, OXFAM de 2016, sobre las condiciones inhumanas de trabajadores agrícolas en Estados Unidos; al punto de que los obligaban a usar pañales para que no fueran al baño y así no dejar de producir. Estos trabajadores que en 2023 se cuenta el 63% con que son mexicanos, de 2.9 millones, se (y los) trasladan a lo largo de ese país, para sostener la producción del tercer sector más redituable.

Si la frontera se sigue cerrando violentamente, sin un programa como los que tanto proponen los paisanos activistas que viven allá, y sin la alta diplomacia de nuestro país que los ayude, lo que sucederá es que las condiciones de dichos trabajadores puede empeorar, pues una política así serviría para presionar, humillar y amenazar a los trabajadores, agrícolas y no, con el indignante recurso de la deportación, pero eso, definitivamente mucho tendrá que ver con la capacidad diplomática del próximo gobierno de nuestro país, y el tamaño de importancia que le otorguen a ese triste problema. Por lo demás, sugiero no hacer drama. Para tragicomedias de envergadura política nacional, nos bastamos.

PS. Kamala Harris cada día sube más en las encuestas serias con sus propuestas hacia la clase media baja, junto con la entrega del Mayo Zambada, teniendo ella trayectoria judicial, es toda una jugada política en buen tiempo y forma.


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/CR

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