Columnas
@onelortiz
https://youtu.be/8oJBE9C1QfQ?si=eDynXkjgdxfQjEPB
En 26 de abril, el Senado aprobó la creación del Fondo de Pensiones para el Bienestar, la última reforma del periodo ordinario, de la legislatura y del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. El sexenio inició y concluyó polarizado; con acciones de inconstitucionalidad en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con un considerable aumento de la violencia verbal en las cámaras del Congreso de la Unión.
El diputado panista Gerardo Sosa les mentó la madre a Morena y aliados. En el Senado, la oposición no se quedó atrás. En la madrugada encendí el televisor, sintonicé el Canal del Congreso; ahí estaba: la senadora Lilly Téllez, del PAN, cargando tremendo crucifijo, mirando al cielo implorando a Dios, en el fondo una gigantesca manta con una calavera.
En sus redes sociales Téllez escribió: “Exijo al presidente López Obrador que deje de decir que la Santa Muerte es santa, porque no lo es, en realidad es un símbolo del demonio, adorado por criminales. Demando al mandatario a que respete a los cristianos y al Estado laico.” En la tribuna amplió estas afirmaciones.
Para completar el cuadro, algunos columnistas hablaron de este hecho, que tiene como antecedente que las redes sociales divulgaron que Jenaro Villamil, titular del órgano de comunicación del Estado mexicano, uso una playera con la ahora famosa calavera con la frase: “Los hombres verdaderos no hablan mal de López Obrador”.
¡A Caray! ¿De qué va esta vaina? Pues resulta que el video de Villamil no es reciente y la camiseta nada tiene que ver con el culto a la Santa Muerte o es un mensaje oculto del gobierno de AMLO a los malhechores. Es simplemente un negocio de venta de ropa en línea.
Para comprobar lo dicho, hay que entrar a la dirección www.camisetaspendejas.mx y buscar la sección calacas chidas, ahí aparece, no sólo la ahora famosa camiseta de AMLO, por un precio de $349, sino una amplia gama de modelos. No es una página de la Santa Muerte, sino un emprendimiento de millennials.
Otras camisetas dicen: “Orgullosamente deudor de Coppel”; “Todo sea por las señoras”; “Los gallos me dan dinero y las viejas me lo quitan”; “Maestra cállese a la verga”; “Caen las becas caen las viejas”; “Ya estuvo suave a la verga todo”, todas claro, acompañadas de terroríficas calaveras.
No hay defensa contra la mala fe y menos, contra la torpeza. Lilly Téllez hizo un performance, casi un exorcismo, no pocos columnistas construyeron teoría de conspiración al respecto. En la guerra y en la política al parecer todo se vale, pero no todo resulta. A cinco semanas de la elección, la oposición luce desesperada. Serenidad y paciencia, aconseja Kalimán. Eso pienso yo, ¿usted qué opina? La política es de bronce.