Claudia Bolaños
El Poder Judicial se convirtió en un poder al servicio de una minoría y desde que Carlos Salinas de Gortari
comenzó a entregárselo al Partido Acción Nacional (PAN), afirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“En el caso de funcionarios del Poder Judicial y de organismos autónomos, era pagarles bien para que actuaran como vasallos, para que actúen obedeciendo y callando, compra de lealtades, compra de conciencia”, señaló.
“Se pudrió el Poder Judicial y parte de las concesiones era permitir el nepotismo”, puntualizó el presidente.
Y como recompensa “los maiceaban” con sueldos “elevadísimos”.
Insistió en asegurar que los ministros ganan 700 mil pesos mensuales, pero “si hablamos de maiceo no le llega un ministro a Loret de Mola, que gana 2 millones de pesos mensuales. Ni modo que sea una eminencia y que sus servicios prestados a la Patria requieran de una tetribución de 2 millones de pesos mensuales”.
Sostuvo que les pagan eso porque defienden intereses, negocios particulares hechos al
amparo del poder público.
Dijo que el propósito, en el caso de los funcionarios, era pagarles bien para que actúen como vasallos, obedeciendo y callando.
“Se pudrió el Poder Judicial”, afirmó nuevamente el presidente López Obrador.
Señaló que además, de la corrupción, otra de las concesiones para el Poder Judicial era permitir el nepotismo.
Aseguró, además, que el problema “de fondo” en el Poder Judicial es que “se agarra a un delincuente y por dinero se le deja libre, o por influencia”.
En ese contexto, se refirió al descongelamiento de cuentas de la esposa de Genaro García
Luna y al rechazo para otorgar la orden de aprehensión contra el presunto segundo tirador en
el caso Colosio.
También reprochó que dos ministros cancelaran la Ley de la Industria Eléctrica, que afirmó,
“beneficia al pueblo, pero no conviene a las empresas particulares”.
Debido a ello, sostuvo que “necesitamos tener un Poder Judicial sin corrupción, sin
influyentismo, donde jueces, magistrados y ministros actúen con rectitud y que apliquen la
máxima de que al margen de la ley nada y por encima de la ley nadie”.
Insistió en su propuesta para que jueces, magistrados y ministros sean electos por la ciudadanía, pues consideró que es el mejor método “para limpiar lo putrefacto”.