Por Luis Cuanalo
Estamos a tres meses de cumplir dos años del inicio mundial de los contagios por el virus SARS-CoV-2, una pandemia que colapsó los sistemas de salud del mundo, pero también las actividades económicas y que en México se evidenciaron sobre todo en los sectores turismo, automotriz, construcción, inmobiliario, comercio, servicios y entretenimiento.
Pero hubo uno que sobrevivió por sí solo, mantuvo vivo el intercambio comercial con el resto del mundo y ayudó a mantener la seguridad alimentaria mundial: el primario.
Los productores de nuestro campo no bajaron los brazos y mantuvieron sus parcelas o cultivos con plena producción, en muchos casos apoyados por financiamiento, la venta de lo que pudieron echar mano en ese momento y por los programas prioritarios del Gobierno federal y otros puestos en marcha por los gobiernos de los estados.
De las entidades que apoyaron con presupuesto al campo sobresale el caso de Puebla, con mil 200 millones de pesos; Estado de México, con tres mil millones de pesos, y Jalisco, con mil 400 millones de pesos, aproximadamente.
De esta forma, se abasteció el consumo doméstico e incluso se aprovechó la gran oportunidad que brindan los tratados comerciales que ha firmado nuestro país para proveer a los mercados internacionales.
Así, el propio campo generó más de siete millones de empleos directos, más los indirectos, y mantuvo activas las cadenas agroalimentarias.
Como lo dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador en su mensaje con motivo de su Tercer Informe de Gobierno: “el campo está produciendo sin limitaciones”.
En Palacio Nacional, el mandatario recordó que el año pasado la producción agropecuaria aumentó 2.0 por ciento, y esa misma tendencia se registra en lo que va del 2021.
El crecimiento agropecuario, pesquero y acuícola sigue en marcha, ya que, de acuerdo con el INEGI, las actividades primarias aumentaron 6.8 por ciento de enero a junio, lo que demuestra que es un sector resiliente y con mejores condiciones de desarrollo, pese a la adversidad de la pandemia.
El reto para la nueva legislatura federal y los congresos estatales es grande y real: generar las condiciones normativas y presupuestales para respaldar e incrementar la buena marcha del campo mexicano, pues las contiendas políticas quedaron atrás y ahora es tiempo de pensar en el futuro de nuestro país.
Resulta fundamental acompañar y fortalecer los esfuerzos de dependencias como la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, que ha puesto al servicio de los productores bienes públicos, como la nueva planta MoscaMed o la aplicación AgroOferta, para incrementar la productividad de sus cosechas, su ventas e ingresos, en beneficio de las familias rurales y sus comunidades.